El consumo de sustancias estupefacientes se ha convertido en otro elemento habitual de las fiestas de barrios y pedanías, como lo demuestra los cuatro detenidos por la Policía Local de Elche en las pasadas fiestas de Torrellano, donde los agentes se incautaron de sustancias que iban desde el hachís a la cocaína, pasando por el cristal o las metanfetaminas. Junto a las incautaciones de droga, el balance deja varios heridos en peleas. El caso más curioso es el de una menor que viajaba con dos personas supuestas traficantes.

La principal intervención policial se llevó a cabo en la madrugada del pasado domingo, día 28 de julio, sobre las 0.10, cuando agentes de la UCAN (Unidad Canina) y GAO (Grupo de Apoyo a Operaciones) detectaron durante el desarrollo de un control de seguridad un vehículo de alta gama cuyos ocupantes se mostraron especialmente nerviosos ante la prueba de detección de alcohol y drogas, explica una nota oficial.

La intervención del perro detector dirigió de inmediato la atención hacia un hueco del vehículo en el que el conductor había escondido un envoltorio con sustancias estupefacientes como hachís, cocaína y metanfetaminas. Durante las comprobaciones se confirmó que el sospechoso poseía gran cantidad de dinero fraccionado y antecedentes por delitos contra la salud pública.

De un modo similar se dio el alto en el mismo punto unas horas después a un turismo ocupado por un hombre, una mujer y una menor de edad. Durante la preparación de la prueba de detección de alcohol y drogas, «el primero aprovechó para tirar disimuladamente un trozo de sustancia marrón y dos envoltorios al no percatarse de que estaba siendo observado por otros agentes», añade el comunicado. Resultaron ser hachís y «posiblemente speed», por lo que, centrados en ambos ocupantes, la UCAN encontró entre la lencería más cantidad de estas dos sustancias, así como gran cantidad de dinero fraccionado. Ante esta situación y el positivo en las pruebas de consumo, se inmovilizó el vehículo y se contactó con un familiar para que se hiciera cargo de la menor.

La vigilancia sobre el consumo de alcohol y drogas, así como su distribución, no se limitó a los controles estáticos ya que el mismo GAO incidió a pie en los puntos de mayor concentración de personas, como el entorno de las barracas. Se formularon varias denuncias por micciones en vía pública, consumo de estupefaciente o alcohol.

A raíz de esto último se identificó al integrante de un grupo que se encontraba cerca de una barraca, cuya actitud ante los agentes derivó en la intervención de 4,5 gramos de cristal (MDMA) y una pequeña cantidad de dinero fraccionado. «El apoyo a la vigilancia general de la Brigada Nocturna durante las fiestas patronales de Torrellano, permite realizar un balance positivo con escasas incidencias y riñas atendiendo a la gran afluencia de público y visitantes durante esos días, especialmente en día grande de las fiestas», concluye la nota.