El primer pleno ordinario del nuevo mandato, celebrado ayer en una sesión de más de cuatro horas, sirvió al bipartito de PSOE y Compromís para aprobar los presupuestos municipales para los cinco meses que restan del año. PP, Ciudadanos y VOX mostraron su rechazo frontal a unas cuentas «nada realistas» y criticadas por no rebajar los impuestos municipales.
Todo lo contrario exponía el gobierno municipal, que calificaba sus cálculos numéricos como «realistas, sociales, responsables y rigurosos». Con poco más de un mes desde la constitución de la Corporación municipal, la nueva concejal de Gestión Financiera, Patricia Macià, presentaba ante el pleno un presupuesto con un montante global de gastos de 222,4 millones de euros y casi 225,7 de ingresos, es decir, con más de 3 millones de superávit.
En el capítulo de inversiones, Macià destacaba que se han presupuestado 50 millones de euros, casi 38 millones más de los anunciados. «Elche se convierte así en la segunda ciudad inversora de la Comunidad Valenciana, solo por detrás de València, y recupera el nivel de hace una década», exponía la concejal del área.
El gobierno destacaba el incremento en más de 400.000 euros de las ayudas para el pago del IBI, «150 euros a las familias que tienen problemas para pagar este recibo, lo que consideramos que es mejor que rebajar a todos 15 euros, lo cual casi no se nota», apuntaba Maciá. «Contamos con mejores servicios públicos congelando la presión fiscal y demostrando que otra forma de gobernar es posible», remarcaba la edil, que insistía en que las cuentas se han realizado «desde la sensatez, tomando como base el presupuesto que fue rechazado en diciembre del año pasado, y ajustando los gastos e ingresos al último trimestre del año».
Incredulidad
La portavoz de Vox, Amparo Cerdá, fue la primera en intervenir tras Macià: «Son unos presupuestos nada originales, muy alejados de nuestros criterios. La experiencia nos dice que las inversiones que se plantean no se van a realizar y, por tanto, no van a repercutir en mejorar la vida de los ciudadanos». Estos hechos, junto a que «no se van a rebajar los impuestos a los ilicitanos, ni se van a revisar el gasto público o las ayudas que tan alegremente se dan a la ideología de género y a los lobbies LGTBI», motivaron el voto contrario de Vox, que también criticó que se trata de «catalanizar la vida privada de los ilicitanos, pero de lo que se tienen que preocupar no se preocupan».
Compromís, socio de gobierno del PSOE, dedicó su intervención a destacar que los presupuestos «sientan las bases del futuro de Elche, un modelo de municipio donde la diversidad se celebra como algo enriquecedor, donde se gestiona de forma transparente y participativa, garantía de una buena salud democrática», apuntaba la portavoz Esther Díez. La edil exponía que «después de cuatro años de buena gestión económica, pese a las restricciones a las que estamos sometidos y que deberían ser eliminadas desde el Gobierno, en Elche vivimos una buena situación financiera que nos permite mejorar la inversión en bienestar social, ayudas al IBI, en igualdad y cooperación, participación y transparencia, en favor de una ciudad más verde, más justa y más humana».
El portavoz de Ciudadanos, Eduardo García Ontiveros, criticaba que los presupuestos son una adaptación de los presentados, sin éxito, en diciembre, unas cuentas «pensadas para la campaña electoral y que hace una semana se han sacado de la chistera sin dejarnos trabajar en ellos. Rechazamos su contenido y las formas, desconfiamos de las inversiones. Este gobierno tiene el crédito agotado. Un ejemplo, llevan 4 años prometiendo eliminar los barracones y lo único que han hecho es cambiar unos por otros».
El popular Pablo Ruz fue el más directo: «Son unos presupuestos irreales, los más ficticios de la historia de la democracia» ilicitana, «acusadamente atrevidos. ¿Cómo van a invertir 38 millones de aquí a diciembre y con agosto por medio?». Según Ruz, «han pasado 4 años con promesas». En educación, por ejemplo, con el programa Edificant, «llevan años prometiendo 4,2 millones de inversión pero ¿cuánto ha llegado realmente? Cero».
Centros sociales
Demasiados anuncios, a juicio del PP, como los centros socioculturales en El Altet, Torrellano o Arenales, proyectos «ahora supeditados a que se vendan terrenos municipales, que se pueden o no vender...», apuntaba el portavoz popular, que remarcaba que «este gobierno es experto en vender humo y en breve, eso sí, con una partida en publicidad y propaganda escandalosa, de 415.000 euros». Ruz apostó por rebajar el IBI de todos los ciudadanos entre el 3 y el 5%, lo que «haría más llevadero el pago».
La concejal del área de Hacienda replicó a los grupos en un turno de intervenciones mucho más tenso. «Me alegra de que nuestro presupuesto se aleje del modelo de Vox, eso quiere decir que la ciudad avanzará», comenzaba su intervención Macià. A Cs los tachó de «incoherentes» tras abstenerse en las dos modificaciones de crédito anteriores y al portavoz popular lo acusó de «no enterarse. No todo se invierte en lo que queda de año, muchas partidas pasarán al ejercicio siguiente». Para el PP tuvo las críticas más rotundas: «Ustedes están en la bancada de los perdedores con el discurso que utilizan. Ruz es un claro ejemplo de hipérbole, lo exagera todo», señaló.
Macià aprovechó para destacar proyectos de inversión concretos como la mejora de instalaciones deportivas (2 millones), el asfaltado de calles y caminos (4,5), la renovación de aceras (2,5), un millón para plazas y jardines, 550.000 euros para infraestructuras en colegios, 365.000 para accesibilidad de edificios públicos, carriles bici (1,5 millones), eficiencia energética (1 millón) o el plan Edificant en centros educativos (4,2). «¿Les parece mal que invirtamos en la ciudad, en nuestros barrios y pedanías?», dijo Macià, y concluyó con otra pregunta: «¿Si bajamos el IBI de dónde recortamos?».
Vox contestó con dureza: «Están tergiversando las cifras. Están haciendo alarde de su caradura. Nosotros no somos tan arrogantes como ustedes, que pertenecen a la izquierda sectaria y totalitaria», apuntaba la edil Cerdá.
Compromís reflexionaba entonces sobre la importancia de que «en ningún caso la oposición dice que le parezcan mal las inversiones presupuestarias propuestas». Díez pedía «altura» y «aportaciones concretas. Estamos dispuestos a escucharlas. Si hay un espacio para el acuerdo estamos abiertos para ello. Antes de avanzar rápido preferimos avanzar juntos», señalaba en tono conciliador la portavoz.
Ciudadanos reconocía que «no nos parecen mal las inversiones, pero hay que hacerlas» y reprochaba que se inviertan a promoción del valenciano 21.500 euros y a luchar contra el absentismo escolar solo 3.000 euros o 10.000 a la promoción de la lectura.
El popular Ruz contestaba: «El drama no es que yo sea una hipérbole sino que el alcalde anunció que el 100% de las inversiones se iban a llevar a cabo antes de acabar el año y ya admiten que no van a ser capaces. Nadie les cree ya».
Para Macià, «los ciudadanos han dicho en las urnas, alto y claro, quién tiene más credibilidad en el Ayuntamiento de Elche. Nunca hemos dicho que todo se invertirá en 2019». PSOE y Compromís pidieron, «al menos», la abstención que finalmente no se produjo. Los presupuestos se aprobaron con los votos del bipartito pero con el rechazo de PP, Cs y Vox.
Una comisión especial para seguir el proyecto del Mercado
La moción de Cs abre el camino a un acuerdo entre los grupos, que también unen fuerzas contra la tasa turística
La unanimidad reinó en buena parte del pleno, sobre todo en las mociones. La de Ciudadanos para la creación de una comisión municipal de seguimiento del proyecto del Mercado Central tuvo éxito unánime. Cs explicó que «ante la falta de concreción y plazos para su resolución», es hora de que «se afronte esta situación de forma clara y directa» con la suma de todos, pues coincidieron en que es urgente actuar contra la degradación que esta situación provoca en el centro de la ciudad» y Cs pidió «lealtad y transparencia», y agradeció «sinceramente el talante del gobierno municipal». La unanimidad también reinó en la propuesta de Cs para elaborar un plan estratégico con el que acabar con la interinidad de la plantilla municipal y en la del PP para pedir al Consell permiso para habilitar en un solar suyo un aparcamiento junto a los juzgados de Elche.
Impuesto al turista
Además, todos los grupos, excepto Compromís, que se abstuvo, apoyaron el rechazo de Elche a la tasa turística sobre la que se está debatiendo en el seno de la Generalitat. La moción del PP destacaba la necesidad de incentivos, no de trabas, y Compromís tuvo que explicar su postura: «Apoyamos que sea una tasa municipalista, para aquellos lugares donde sea necesaria para seguir avanzando en servicios de calidad. En Elche, de momento no consideramos oportuno imponerla, pero sí en València».
