Toda una hazaña. Candi y Rafa, ilicitanos amigos desde la infancia, cumplían ayer definitivamente el deseo de hacer parte del Camino de Santiago antes de que la enfermedad del primero, esclerosis múltiple, pueda ir a más. 225 kilómetros de sufrimiento, pero también de demostrar que no hay nada imposible. Toda una alegría para ambos, pero también para el resto del equipo que le ha acompañado, en bicicleta y en una furgoneta, durante prácticamente una semana. En Elche, tanto sus familiares como en la Asociación de Esclerosis Múltiple de Elche y Crevillent estaban ayer particularmente contentos y orgullosos de todo el equipo.

Partían el pasado miércoles de Elche para iniciar la primera etapa de las cinco previstas. La cosa no arrancó bien. Tardaron 11 horas en completar el primer recorrido debido a que se encontraron con casi una quincena de kilómetros demasiado empinados. «El peso de la bicicleta, el poco desarrollo de la misma... se nos hizo muy duro y tuvieron que ayudarnos. Entre todos lo conseguimos», relata Candi, que rememora esta cuesta de O Cebreiro como el momento más duro. Pero la segunda etapa tampoco se lo pondría fácil: les aguardaba el repecho del alto do Poio, con desniveles del 25% y terreno pedregoso.

Más de una vez pensaron en parar y continuar subidos a la furgoneta. Pero no. Fueron con todo y con la ayuda que en todo momento les brindó «su equipo», otros amigos ciclistas de Candi y los conductores de la furgoneta que tenían de apoyo por lo que pudieran pasar.

Por fortuna, a partir de ahí todo fue más rodado, hasta el punto que ayer llegaron a la catedral de Santiago de Compostela pasadas las 13. 30 horas, un poco más tarde de lo previsto pero porque se equivocaron por uno de los caminos.

«Alguna lágrima hemos soltado al completar este reto», manifestaba ayer por la tarde Rafa, el que le ha hecho la bici especial, como si fuera una bicicleta y media, para pedalear codo con codo con Candi, para que pudiera cumplir una de sus ilusiones. La amistad puede con todo.

«En cuantiosas ocasiones hemos estado a punto de meternos en hoyos o volcar, pero no», afirma Rafa, quien asegura que de esta experiencia se lleva nuevos amigos, conocer una tierra maravillosa, gente increíble y sensaciones a flor de piel.

El Camino da para muchas reflexiones y ahora están dispuestos a subir la apuesta: volver a Santiago en 2021, fecha en que estará concluida la remodelación de la catedral. Más etapas, más kilómetros y una «sidebike» más desarrollada. La esclerosis no parará a Candi, que, con el increíble apoyo de Rafa y de más amigos y familiares, ha demostrado ser más fuerte que la enfermedad. Hoy regresarán a Elche, donde ya son considerados héroes.