El titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Elche ha decretado el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del hombre detenido este sábado por matar presuntamente a su mujer, según informan fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.

La causa está abierta por un delito de asesinato y el magistrado ha acordado también privar al investigado de forma cautelar de la patria potestad respecto de un hijo de la pareja que es menor de edad

«He hecho lo que tenía que hacer», con estas palabras se dirigió a un vecino el autor confeso del crimen machista de María Asunción (M.A.P.I.), ocurrido el sábado a primera hora de la mañana en el aparcamiento del inmueble en el que habían convivido juntos los últimos años, en la calle Felipe Moya del populoso barrio de Altabix en Elche. La pareja tenía dos hijos, de 17 y 21 años, e inició 11 días atrás los trámites de separación ya que desde hace días no convivían juntos, tal y como señaló el sábado la subdelegada del Gobierno, Araceli Poblador, después de los tres minutos de silencio en la Plaça de Baix, donde ondeaban las banderas a media asta tras el decreto de luto oficial por dos días por este crimen machista.

En cambio, otras fuentes aseguran que desde hace una semana el hombre, de 50 años, había abandonado la casa y al parecer todavía no habían presentado los papeles del divorcio en los juzgados.

A tenor de la propia declaración del asesino confeso, todo lo ocurrido fue premeditado. De hecho sorprendió la frialdad con la que minutos después del crimen se dirigió a los agentes que iban a arrestarlo.

El asesino confeso, P.M.C., esperó a su mujer dentro del estacionamiento porque tenía en su poder un mando a distancia del garaje. Justo a primera hora de la mañana María Asunción se había levantado pronto como todos los sábados para dirigirse a su trabajo como limpiadora en una gran superficie comercial, y en ningún momento sospechaba que él pudiera estar esperándola en el interior del garaje subterráneo del bloque de pisos, donde ambos han estado residiendo desde hace más de dos décadas. Aunque la investigación sigue abierta, este diario ha confirmado que la mujer recibió varias puñaladas en el torso y heridas defensivas en las manos y alguna en el cuello fruto del forcejeo por salvar su vida.

La mujer finalmente cayó al suelo prácticamente muerta mientras su agresor salía a la calle con las manos ensangrentadas, dirigiéndose al propietario de un bar próximo que iba a abrir, y a quien le confesó lo que había hecho, siempre según fuentes próximas a la investigación y testigos presenciales.

El hombre llamó con rapidez al servicio 112 e instantes después acudió una patrulla de la Policía Local, que fue la que procedió a su detención, dándose aviso de forma simultánea al servicio de ambulancias del SAMU. Durante cerca de una hora intentaron reanimar a la víctima sin conseguirlo. Sobre las 8.30 fallecía a causa de las heridas que presentaba en órganos vitales, aunque la autopsia que se le practicará determinará la causa del fallecimiento.

Mientras la tragedia sucedía en el aparcamiento, uno de los hijos dormía en la vivienda y el otro se encontraba esa noche fuera de casa. Después del crimen acudieron al lugar varios psicólogos así como efectivos del servicio de emergencias de DYA, que subieron a la vivienda (en la primera planta) para prestar apoyo psicológico, ya que en el piso se encontraba uno de los hijos y al parecer también una de las hermana de la víctima, aunque después se sumaron personas cercanas a la familia que, envueltos en lágrimas, no entendían la situación.

Desde DYA tuvieron además que atender algunos desmayos de personas cercanas a la víctima después de la trágica noticia. Después de la detención por la Policía Nacional, el asesino confeso fue trasladado al hospital donde se le realizó una exploración. Más tarde fue enviado a la Comisaría donde permanecerá hasta pasar a disposición judicial, y el arma blanca, un cuchillo, está intervenida.

Repulsa

Los ilicitanos no olvidarán este fin de semana, sobre todo el vecindario de esta zona próxima a la avenida de Alicante frente al Parque de la Cuerna, que acongojados tanto desde la calle como en los balcones mostraron su repulsa hacia este crimen machista, incluso alguno cruzó los dedos con el gesto de «ni una más». La calle permaneció acordonada durante más de dos horas mientras el Instituto de Medicina Legal examinaba el cuerpo de la víctima en el garaje. Unos minutos después se trasladó al lugar el alcalde y varios ediles antes de convocar los tres minutos de silencio. El Gobierno central, la Generalitat y el Ayuntamiento de Elche condenan el crimen machista, el tercero que se registra en la provincia este año.«Creía que se trataba de un niño llorando hasta que vi la sangre»

El camarero de un bar dio la primera llamada de alerta tras escuchar unos gritos que procedían del subterráneo

Jerónimo fue uno de los pocos testigos del crimen machista en Elche. A primera hora de la mañana, entorno a las 07.30 horas, se encontraba montando la terraza del bar en el que trabaja como camarero y, de repente, escuchó algunos gritos que procedían del garaje subterráneo junto al establecimiento «Creía que se trataba de un niño llorando hasta que vi la sangre», relató, y llamó al 112 explicando la situación. Minutos después, uno de los vecinos iba a acceder al interior del inmueble y según contó el camarero, después de presenciar la terrible escena, este residente salió despavorido del garaje pidiendo que viniese la policía.

Por el lugar ya se aproximaba una patrulla local y en esos instantes también bajaba otro vecino a pie que salía a hacer deporte. Al poco tiempo se abría la puerta del garaje y salía el asesino confeso moviendo las manos ensangrentadas, y con el semblante tranquilo y muy frío le dijo al camarero que llamasen a la policía porque había matado a su mujer y quería entregarse.

Fue entonces cuando el 112 llamó al testigo y se informó del crimen, según este testigo. Apareció entonces la Policía Nacional y se procedió a su detención. En los instantes en los que el autor del crimen salió del garaje los testigos se refugiaron en el bar porque temían que estuviese armado.

Jerónimo, uno de los testigos, señala que conocía a la víctima, María Asunción, porque en algunas ocasiones había frecuentado el negocio sola. Algunos de los residentes señalan, además, que este matrimonio vivía desde hace más de veinte años en el bloque de pisos y que nunca escucharon ninguna discusión de pareja, a pesar de que conocían que estaban separados y que desde hace días él vivía fuera.

Por otra parte una amiga de la víctima explicó que «es un drama, era una mujer muy buena, trabajadora y tranquila».