La Casa de La Festa, la sede del Misteri d'Elx, está de reformas y asiste estos días a un lavado de cara interior. Se trata de trabajos menores, pero no por ello poco importantes. Unas goteras casi ponen en peligro algunos de los bienes, muchos de ellos históricos. Algunos de estos elementos incluso se utilizan en las representaciones, aunque también hay otros que no son necesarios en la basílica de Santa María, pero que están depositados aquí y que hablan también del drama asuncionista, de su historia, del compromiso de la sociedad con este Patrimonio de la Humanidad. Son prácticamente obras de arte o piezas con un gran valor simbólico y sentimental que, al margen del Museo, también se encuentran en la Casa de La Festa.
Tras una pequeña inundación tiempo atrás, incluso en la sala de juntas, se decidió definitivamente actuar. Por este motivo, durante casi tres semanas se están llevando a cabo tareas para solventar grietas y problemas en las juntas de dilatación, entre este edificio y el Museo de La Festa. Ambos inmuebles apenas han pasado por una remodelación o una cierta restauración desde hace décadas y lo cierto es que les hacía y les sigue haciendo falta un repaso.
De momento se ha empezado por la Casa de La Festa, la cual, de cara a estas inminentes representaciones, va a ofrecer un aspecto mejorado, una mejor imagen en su plantas baja y primera. Se están pintando ambos niveles, es decir, las dependencias por dónde más gente transita, y se están volviendo a colgar con mayor seguridad los carteles anunciadores de La Festa, muchos de ellos auténticas obras de arte.
De cara a septiembre, los pintores regresarán para hacer lo propio en la última planta y en el sótano y concluir así su trabajo.
Mientras tanto, ahora también se ha aprovechado para que los electricistas mejoraran las llaves de luz, a fin de que no todo dependa del cuadro de luces central.
