El secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Julián López Milla, confirmó ayer, tras una reunión en Alicante con el nuevo conseller de Infraestructuras, Arcadi España, que el modelo de gestión de la autopista AP-7 a partir del 1 de enero de 2020, cuando la vía pase al Estado, «será una vía totalmente libre de peaje entre Alicante y Barcelona. Para que nos entendamos, como la autovía A-31».
Lo que sigue en el aire es la fecha para la llegada del AVE a Elche y Orihuela, prevista en su día como fecha límite para el 20 de septiembre. López Milla admitió que problemas con las pruebas, con el sistema de frenado y comunicaciones ERTMS, y el retraso en la formación de los maquinistas impiden fijar una fecha oficial. «Se hará cuando todo esté correcto». Recordar, en este sentido, que la Asociación Valenciana de Empresarios ha reclamado esta semana al Gobierno que dote de más personal a la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria. López Milla explicó que una vez se «levanten las barreras» de la AP-7 a partir del 1 de enero de 2020 «será un peaje libre para todo tipo de vehículos, no habrá peaje blando y en el Ministerio ya estamos trabajando en las obras que habrá que acometer ante la previsión de aumento del tráfico, sobre todo de vehículos pesados. Por ejemplo, un refuerzo del firme y la habilitación de algún carril adicional, pero todo esto se acometerá a partir del 1 de enero de 2020 y según los resultados del estudio de tráficos que se ha encargado». Recordar, en este sentido el rechazo que existe en la patronal turística con respecto a que la autopista Ap-7 se quede sin peaje a partir de 2020 por los problemas que puede acarrear al movimiento de los turistas, según viene denunciando el presidente de Hosbec, Antonio Mayor.
Enlace al aeropuerto
El Ministerio de Fomento tiene previsto publicar en el BOE en las próximas semanas el estudio informativo del proyecto para conectar con el ferrocarril el aeropuerto de Alicante-Elche y las estaciones del AVE de Alicante y la de Matola en Elche a fin de someterlo a exposición pública. Finalmente, Fomento ha dividido en dos fases la ejecución de una actuación que se adapta de la primitiva variante de Torrellano. En la segunda, de la que todavía no se ha iniciado -admitió López Milla- ni el estudio informativo, se acometerá la tan reclamada retirada de las vías del tren de cercanías Alicante-Murcia de la primera línea del mar en San Gabriel.
En cuanto a la conexión del tren con el aeropuerto, el proyecto tiene ya los parabienes del Ministerio para la Transición Ecológica. El recorrido será el actual del cercanías Alicante-Elche, girando antes de llegar a Torrellano (Casas de Bonmatí) hacia la terminal del aeropuerto, donde llegará soterrado debajo del parking. El presupuesto se mantiene en los 85 millones de euros, pero la partida debe esperar a la formación del nuevo Gobierno central.
Tanto Julián López Milla como el conseller optaron ayer por la prudencia. «Nos hemos encontrado con muchas obras que se presupuestaban sin tener ni el estudio informativo hecho, y la experiencia nos dice que en la mayor parte de las ocasiones estos proyectos se eternizan». Por su parte, el conseller Arcadi España subrayó que «a partir de ahora vamos a reclamar pero con objetividad, no pedir por pedir pero exigiremos lo que corresponda».
Sobre el Tren de la Costa, el secretario general de Infraestructura informó que el tramo Cullera-Gandia tiene la declaración de impacto ambiental más avanzada, mientras que el tramo Gandia-Dénia, «va más despacio al tratarse de una zona muy sensible y compleja desde el punto de vista ambiental». Para el conseller España, el Tren de la Costa se complementa con la línea L9 de FGV, donde todavía se hace un tramo en autobús.
Proyectan un túnel bajo la rotonda de la UA
Fomento ha encargado el primer estudio para acometer la solución a los atascos que se producen en la autovía A-7 por el colapso de los accesos a la Universidad de Alicante (UA), campus por el que pasan diariamente 40.000 personas entre alumnos, profesores y personal no docente, de las cuales el 40% usa su vehículo. La solución pasaría por trazar un túnel subterráneo por debajo de la rotonda principal de acceso a la Universidad, punto en el que confluyen los vehículos que acceden al recinto universitario desde Elche, la Vega Baja, Medio y Alto Vinalopó, l'Alacantí y la propia ciudad.
