Un autobús que se dirigía ayer por la tarde a Barcelona ardió por completo en la A-7, a su paso por Elche, sin que los siete pasajeros, tres de ellos menores, que iban en su interior, todos ellos magrebíes, sufrieran daño alguno.

El vehículo comenzó a arder después de pasar por la salida de Aspe, en el entorno del polígono de Carrús. El conductor tuvo tiempo de pararlo en el arcén de la calzada, que en esa zona es de cuatro carriles y desalojarlo.

Hasta la llegada de los bomberos, los vehículos siguieron pasando por la vía en una imagen insólita. Las labores de extinción, que permitieron salvar el remolque que llevaba, obligaron a cerrar los carriles en dirección a Alicante y reordenar el tráfico por los que iban en dirección a Murcia, generándose colas de hasta 4 y 5 kilómetros.

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Las causas del origen del fuego no han trascendido. Un total de 13 efectivos se han desplazado desde el parque del Baix Vinalopó, en Elche, y desde el subparque de Crevillent. Los bomberos centraron su trabajo en salvar el remolque, en controlar la gasolina y limpiar los restos de aceite.