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Un símbolo que se desmorona

El monumento al pintor ilicitano Mariano Antón, ubicado en pleno centro de Elche, se cae a pedazos víctima de la erosión y del paso del tiempo. Entidades culturales reclaman una intervención municipal urgente

El monumento situado en la céntrica plaza de la Merced. Antonio Amorós

Casi 90 años después de su inauguración -según la fecha en números romanos impresa en su base (Marzo MCMXXXIII-1933)-, el monolito y busto que Elche dedicó a su afamado pintor Mariano Antón se desmoronan. Pocos de los ilicitanos que ahora disfrutan de la plaza que otrora llevara su nombre, saben quién fue, pero todos los que admiran la escultura coinciden en que necesita de una actuación urgente.

En la ahora plaza de la Merced, un céntrico lugar y de turístico trasiego diario, el paso del tiempo ha hecho mella en el simbólico homenaje que los vecinos de Elche decidieron darle al maestro de dibujo y reconocido pintor Mariano Antón Serra, un ilicitano que vivió entre 1857 y 1932 y que fue recordado durante décadas no solo por su profesión, sino también por su carácter «afable y bondadoso», como cita Miguel Ors Montenegro en una biografía publicada por la Cátedra Pere Ibarra.

En su bondad incide el presidente del Grup Cultural Ilicità «Tonico Sansano Mora», Josep Esteve, quien lanza un mensaje a los responsables municipales y de las entidades culturales de la ciudad para «rehabilitar este monumento tan importante antes de que sea demasiado tarde. Tiene grietas en las que cabe un dedo». Esteve señala que «Antón no fue un personaje político que a alguien pudiera sentar mal el reconocimiento, sino un gran hombre de arte muy querido por sus vecinos y que destacó como profesor de grandes pintores de finales del siglo XIX y principios del XX en Elche».

El nombre de la plaza

Unas señoras que cada tarde comparten charla en uno de los bancos de la plaza -«que por cierto están para cambiar», aseguran- siguen llamando a la plaza con su anterior denominación: Plaza Mariano Antón. También los taxistas continúan utilizando este nombre para la parada del centro. Pero pocos saben realmente quién fue; de hecho, «se echa de menos un cartel explicativo que lo identifique», apuntan unos jóvenes que frecuentan la zona.

Y centrándose en el estado del monumento, lo cierto es que peana y busto se caen a pedazos por la erosión. «Su situación es lamentable», asegura Esteve. Se aprecian poco las letras impresas, «cada vez menos». La erosión por el paso del tiempo es la causa principal, «como ocurre con las piedras romanas que se trajeron de La Alcudia para la fachada del Ayuntamiento, escritas en latín, y que ya hemos pedido que se protejan para frenar este deterioro», expone el representante del Colectivo en Defensa del Patrimonio Ilicitano, Javier Pascual.

Abandono

El monumento a Mariano Antón tiene síntomas claro del imperdonable abandono. En el busto, la barbilla cuenta con una grieta de 10 centímetros de largo que la atraviesa entera, le falta un pedazo de nariz y también tiene mermas de material en las dos orejas. El rostro en sí mismo está muy desgastado, pero no es lo más grave, La base de este busto ya no tiene más que un pedazo de 12 o 14 centímetros que atestigua que anteriormente estuvo ornamentada. En el monolito hay infinidad de grietas, algunas de gran tamaño, la base está desconchada y la piedra ha quedado al aire. Todas las esquinas de la columna, antes cuadrada y con aristas, ahora están redondeadas. Todos los bordes están comidos. Además, se aprecia a duras penas en el busto la firma del autor de la escultura: A. Alcaraz.

El monumento, por contra, está bastante limpio. Sólo hay algunas pintadas de pequeño porte y a una altura baja, probablemente hechas con lapiceros de colores infantiles. «El Ayuntamiento debe tomar la iniciativa. Cuenta con una especialista que puede determinar si la restauración es posible», señala Pascual, quien apunta que «el primer organismo que debería estudiar la situación es el área de Mantenimiento de Edificios Públicos».

El Grup Cultural Ilicità va más lejos: «Consideramos que es el Ayuntamiento quien debe actuar cuanto antes, pero también se podría barajar el realizar una cuestación popular entre las propias entidades culturales de la ciudad para que un símbolo tan relevante para nuestra ciudad». Josep Esteve cree que es «una vergüenza» el estado del monumento y «antes de que sea imposible repararlo» aboga por «una restauración urgente, que siempre será más barata que tener que reponerlo después».

Director de la Academia Municipal de Dibujo y Pintura de la ciudad

Mariano Antón estudió en la Real Academia de San Fernando y en Madrid, y también fue maestro de violín

En marzo de 1933, un año de Elche inauguraba el monumento a Mariano Antón (Elche, 1857-1933) y le ponía su nombre a la céntrica plaza. Su carácter y profesionalidad marcaron a una generación de artistas ilicitanos que disfrutaron de sus clases como director de la Academia Municipal de Dibujo y Pintura de Elche, según informa la Cátedra Pedro Ibarra de la Universidad Miguel Hernández. Mariano Antón fue un pintor de reconocido prestigio, que logró varios premios provinciales y nacionales de dibujo y que consiguió una beca de la Diputación de Alicante para proseguir sus estudios en Madrid tras pasar por la Real Academia de San Fernando. También dominó el violín y dio clases y recitales para sacarse un sobresueldo. Se casó con la reconocida modista Asunción Asencio-García y vivió en la calle Corredora.

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