«Será que con tantas elecciones se han olvidado de algo tan básico como mantener unas condiciones mínimas en esta playa». Molestos. Muy molestos están los bañistas habituales de la playa de El Pinet, donde las carencias saltan a la vista y «más que una playa accesible, tenemos una playa llena de obstáculos», asegura Andrés, un turista madrileño «de toda la vida», con décadas de vivencias como «pinetero», apunta.

Entre los consultados, nadie recuerda un camino tan lleno de baches. Los coches tienen que sortearlos, «aunque es imposible», expone Carlos, un ilicitano que acude casi diariamente a la playa durante los meses estivales. «Este año, en plena temporada alta, tenemos que lidiar con un camino totalmente impracticable y muy sucio y lleno de polvo». Este elemento también se posa sobre los contenedores de la zona y «están más sucios que nunca, piden a gritos un poco de agua», asegura María Jesús, una de las vecinas de la zona. En El Pinet existen carencias de servicios que los bañistas consideran básicos. «Hay dos lavapiés en toda la playa y casi nunca funcionan. En la playa de la torre vigía no hay lavapiés, aunque este año es de agradecer que han puesto a un socorrista con un puesto fijo. Llevaban muchos años sin atender esta zona, solo ponían una bandera por la mañana y la retiraban por la tarde», asegura una usuaria habitual, de nacionalidad alemana y residente en la urbanización de La Marina, que muestra su sorpresa ante «la falta de papeleras».

Según asegura, en la playa cada día los usuarios dejan gran cantidad de basura y «con solo una pequeña papelera nunca es suficiente y se quedan restos fuera». De esta manera, cuando se levanta un poco de viento los plásticos salen volando hacia la pinada, «que está hecha una porquería» o hacia el mar, «donde luego pueden provocar problemas muy graves a la fauna. Por ejemplo, he leído que las tortugas se comen los plásticos pensando que son medusas y mueren ahogadas por nuestra culpa».

Su marido incide en la preocupación medioambiental y dice que «los que gobiernan no pueden estar pidiendo conciencia y no disponer de los medios necesarios». Además, echa en falta «pasarelas de madera para no quemarte los pies y llegar al coche con un poco menos de arena». Y, por las noches, «hay una falta absoluta de iluminación, siempre que nos paseamos debemos usar las linternas del móvil. También deberían limpiar la pinada, retirar las plantas invasoras y la basura que se acumula».

Restos de San Juan

La limpieza es otro de los puntos críticos. En la zona hay incluso carteles particulares que piden no depositar residuos. «Hace años veíamos a trabajadores municipales recoger con bolsas la basura por la arena. Hoy sigue pasando el tractor por las noches pero hay muchos restos en zonas de difícil acceso para la máquina. De hecho, todavía hay restos de madera quemada de las hogueras que se hicieron la noche de San Juan», asegura una bañista ilicitana que acude diariamente a esta playa que, «si hablara, reclamaría dignidad».