Los 120 edificios públicos de Elche han recortado en un 37% la emisión de dióxido de carbono desde el año 2000. Sin embargo, la ciudad todavía está lejos de conseguir el objetivo europeo en cuanto a eficiencia energética y producción de energías renovables. Así lo reconoció ayer el Ayuntamiento en unas jornadas de políticas contra el cambio climático en las que se abordó el ejemplo de la ciudad, la única de España que participa en un proyecto europeo (Impulse) para conseguir un ahorro energético.

De 5.000 toneladas de CO2 a 3.000 toneladas. Es la emisión de gases que ha logrado recortar el Ayuntamiento en todo este tiempo, lo que se traduce en pasar de 27 kilos por habitante a 13. De ahí que, técnicos municipales presumieran de cumplir de «largo» los objetivos europeos de 2020 de descarbonización.

Si bien marcaron como desafío lograr en diez años reducir la dependencia de consumo de combustibles fósiles y llegar a la emisión cero en los edificios municipales. El alcalde, Carlos González, señaló ayer que los fondos europeos Edusi, que se deberán poner en funcionamiento de aquí a 2023 a través de diferentes actuaciones, tienen una partida presupuestaria de eficiencia energética en el alumbrado público y en las instalaciones municipales. La realidad ahora mismo es que en la ciudad hay 30.000 puntos de luz, de los que alrededor de 6.400 se han quedado obsoletos. Una de las líneas de actuación que recogen los fondos europeos contempla sustituir antes de 2021 unas 2.000 luminarias por otras de tecnología led, incorporando sistemas de regulación del nivel luminoso, disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, entre otros beneficios.

Tras las jornadas, Ecologistas en Acción urgieron al Gobierno del Botànic II que reformule el Plan de Energía Sostenible (PESCV 2020) aprobado en 2017 para cumplir con los compromisos internacionales y las Directivas europeas. También marcaron como prioritaria la implantación de energías renovables en esta legislatura.

Caso de éxito

El colegio El Pla es centro de Elche que ha acogido la puesta en marcha del proyecto piloto Impulse, donde se han monitorizado los consumos y se han puesto en marcha medidas de eficiencia energética como la renovación de la iluminación y la instalación de placas fotovoltaicas de 10 kilovatios. La iniciativa ha permitido reducir el consumo eléctrico en un 63%.