El enésimo accidente en la autovía A-70, al menos en el tramo que pasa por la comarca del Baix Vinalopó, es decir, por Elche y Crevillent, tuvo lugar ayer. La buena noticia es que no hubo que lamentar víctimas. Solo una mujer precisó traslado a un centro sanitario tras resultar herida leve, según informaron fuentes de la Guardia Civil de Tráfico, cuyos efectivos se personaron en el lugar alertados de que un camión había volcado en este vial en el término municipal de Elche, en sentido Alicante y antes de alcanzar la salida hacia el aeropuerto. La mala fue que, una vez más, cientos de conductores se vieron atrapados por las retenciones que se originaron en ambos sentidos. Más de una hora estuvieron retenidos a algunos de los que el accidente les pilló de paso.

El siniestro ocurría en torno a las nueve de la mañana, en plena hora punta de los que se desplazaban en su vehículo para trabajar. Pero también afectó a muchos que habían decidido retrasar su salida hasta el lunes para iniciar sus vacaciones. Por no decir a aquellos que se dirigían al aeropuerto para tomar un avión o recoger a alguien. Taxistas, camioneros, particulares, autobuses... pocos de los que optaron ayer por la mañana, incluso a las 13 horas, por esta vía de comunicación entre Alicante y Elche se salvaron de ver su coche detenido o de circular, durante algunos kilómetros, a una velocidad escasa.

Fuentes de la Guardia Civil llegaron a indicar que había retenciones, en los dos sentidos, de incluso cinco kilómetros.

Por su parte, el Centro de Información y Coordinación de Emergencias (CICU) precisaba que a las 9.15 horas se producía un accidente en la A-7 en el que se veían visto implicados un camión y un coche.

Tras recibir el aviso, el CICU movilizó una ambulancia del Servicio de Atención Médica de Urgencia (SAMU), cuyo equipo médico asistió sin traslado a los dos ocupantes del camión, por erosiones y dolor de una mano. Asimismo, a la conductora del turismo, de 56 años, se le atendió por una cervicalgia y un dolor de espalda, por lo cual fue evacuada al Hospital del Vinalopó de Elche.

Sin embargo, como ocurre en estos casos, tanto la llegada de la asistencia sanitaria como la de los bomberos no fue sencilla, debido a la gran cantidad de vehículos en cola.

Furgón de salvamento

Según informaron fuentes del Consorcio Provincial de Bomberos, un total de ocho efectivos, en tres vehículos, uno de ellos el furgón de salvamento, tuvieron que desplazarse hasta el lugar del siniestro tras recibir el aviso de que se necesitaba su presencia pasadas las 9.30 horas de la mañana. Los bomberos habían sido avisados de que una mujer había quedado atrapada en el interior del turismo que también se había visto involucrado en el accidente junto con un camión, el cual, al parecer, podría haber sufrido un reventón en una de las ruedas, según indicaron con todas las precauciones fuentes de la Benemérita.

Los bomberos se desplazaron al punto kilométrico 23,700, en sentido Alicante, y allí se encontraron no solo con los vehículos accidentados, sino también constataron las largas retenciones que se habían generado a raíz del siniestro.

La mujer finalmente pudo ser liberada y mediante una ambulancia fue trasladada al citado centro sanitario. Los bomberos estuvieron trabajando en la zona durante una hora aproximadamente, ayudando también en la medida de lo posible a los efectivos de la Guardia Civil, que ayer tuvieron mucho trabajo para intentar de ayudar las personas involucradas en el accidente, pero también para poner un cierto orden en el caos de tráfico que se originó. Fue una mañana complicada para todos

Los que utilizan frecuentemente este vial saben que, casi a diario, por una razón u otra, ya sean accidentes o no, o simplemente por saturación, se generan retenciones. Precisamente, se trata de una de las vías rápidas para llegar a la estación aeroportuaria de El Altet.

La Guardia Civil de Tráfico precisó que un carril en cada sentido tuvo que ser inhabilitado al tráfico para que los funcionarios de la Guardia Civil y bomberos, así como otros operarios pudieran trabajar y, al tiempo, garantizar la seguridad del resto de vehículos con el fin de que no se originara un nuevo accidente ante la curiosidad de lo sucedido por parte de otros conductores.