El Tribunal Militar Territorial de Madrid ha condenado por abusos sexuales a seis años y medio de cárcel y a pagar una indemnización de 106.754 euros a un teniente del Ejército del Aire que se masturbó delante de una soldado ilicitana en la base de Alcantarilla, en Murcia, entre los años 2014 y 2016.También considera probado que le realizó tocamientos y le instó a mantener relaciones. En el juicio, celebrado en mayo, el acusado negó los hechos, y llegó a decir que la fotografía que le hizo la víctima mientras se masturbaba en su despacho, harta de soportar estas situaciones, era un montaje, tal y como señaló el abogado de la denunciante, Antonio Suárez-Valdés. No obstante el tribunal considera probado que «no prestó su consentimiento ni tuvo voluntad de acceder a las relaciones sexuales que el acusado le vino proponiendo, ni a los tocamientos» que sufrió.

El letrado señaló que el tribunal le ha condenado por hasta tres delitos. Así, se le ha impuesto tres años y un día por un delito de trato degradante, dos años por acoso sexual y otro año y medio por abuso sexual. El fallo también recoge que el teniente se habría valido de «la situación de dominio» en la que se encontraba, para cuando estaban a solas en el despacho de la Jefatura de Estudios de la Base de Alcantarilla, cometer estas acciones.

En la denuncia, presentada en 2014 en la Comisaría ilicitana, la mujer relató que estos episodios también se producían en traslados en coche que compartían juntos, por su trabajo, y que vivía estas situaciones prácticamente a diario, y desde nada más comenzar su carrera profesional en el ejército. Antes de acudir a formular la denuncia, la mujer comunicó la situación a sus superiores, pero no fue hasta que realizó la fotografía y la mostró a un mando, cuando se interpusieron las medidas oportunas y se activó el protocolo de protección frente al acoso, dando comienzo a un proceso judicial que se inició el pasado 21 de mayo.

Según el fallo, el teniente habría dirigido a la víctima, en varias ocasiones comentarios como «mira cómo me pones» y «te gustaría comérmela», mientras realizaba «actos de marcado carácter sexual», como masturbarse o hacerse tocamientos.

Suárez-Valdés, abogado de la soldado, mostró su disconformidad con que se haya impuesto al condenado la pena accesoria de «suspensión de empleo militar», en vez de aplicar la de «pérdida de empleo», por lo que se ha interpuesto un recurso en relación a este término.

Por su parte, la soldado, que está de baja psicológica desde 2016 y rechazó hacer valoraciones a los medios, ha acogido el fallo con la esperanza de que «el caso sirva para evitar que otras mujeres pasen por situación», según manifestó su abogado, pero «está tan destrozada y en tal estado de estupor» que no puede hablarse de alegría.

Además, recordó que el Ministerio de Defensa que dirige ahora en funciones Margarita Robles, acordó expulsar a la soldado por la «patología de estrés postraumático» que sufrió a causa de las repetidas situaciones de abuso sexual, aunque dicha expulsión quedó paralizada a la espera del fallo, por lo que instó a ese departamento que reconozca «con carácter inmediato» la «contundencia» de los hechos probados y ponga fin a esa expulsión. No obstante, el fallo es recurrible ante la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo, y el letrado se mostró convencido de que «recurrirán».

Por último, la sentencia refleja que los profesionales sanitarios consultados durante el juicio confirmaron que la afectada padece un trastorno de «estrés postraumático» -acrecentado y cronificado por el proceso judicial y reconoce que este hecho le impide retornar a la «normalidad».