La Sección Séptima de la Audiencia, con sede en Elche, condenó ayer a un acusado de tráfico de drogas a un año y medio de prisión después de que fuera sorprendido con cerca de medio centenar de pastillas de éxtasis y anfetaminas en el aparcamiento de una zona de ocio de Almoradí en el año 2015, destinadas a su venta a los usuarios que se encontraban de fiesta en un local cercano.

La condena llegó tras un acuerdo de conformidad alcanzado con el Ministerio Público, que evitó el juicio. El acusado reconoció los hechos a cambio de que la pena, al ser menor a los dos años, quedara suspendida, siempre y cuando no vuelva a delinquir durante el tiempo que dura la condena dictada por el tribunal.

Según trasladaron ayer fuentes judiciales a este diario, la policía localizó la droga en el interior del coche durante una inspección en el aparcamiento del local de ocio. En ese momento, los otros cuatro ocupantes del vehículo abandonaron la zona, y se quedó solo el acusado. Los agentes vieron en él una actitud sospechosa, por lo que procedieron a inspeccionar el automóvil. Allí encontraron un pastillero con tres pastillas pero bajo del coche localizaron una bolsa con 39 unidades más de MDMA, más conocido como éxtasis, que el acusado había tratado de esconder cuando vio llegar a la patrulla al descampado.

Registro

Los agentes continuaron con el registro, en el que también localizaron tres pequeñas bolsas con anfetaminas. Además, llevaba encima 248 euros, supuestamente derivados de la venta de estos estupefacientes por lo que la Fiscalía le imputaba un delito contra la salud pública.

El acusado reconoció ayer los hechos, en virtud de este acuerdo, para evitar el juicio, por lo que la sentencia dictada por el tribunal ya es firme. Esto, unido al hecho de que hace más de cuatro años que se produjeron los hechos, provocó una rebaja en el tiempo de condena que pedía el Ministerio Público, por lo que finalmente fue condenado a tan solo un año y medio de prisión, si bien no trascendió la pena que pedía inicialmente el fiscal.