El reparto de las dedicaciones exclusivas o sueldos que percibirán los concejales de la corporación municipal ya está sobre la mesa del alcalde, Carlos González, a la espera de hacerlo oficial en un pleno de organización que pretende convocar a finales de la próxima semana. Con la distribución que el primer edil maneja para la oposición, el PP, con nueve concejales, se quedará con dos retribuciones, mientras Ciudadanos (Cs) y Vox (los dos con dos ediles) tendrán una dedicación y media, respectivamente.

A la corporación municipal le corresponden un máximo de 18 salarios de alrededor de 3.000 euros mensuales, más complementos. Y el primer edil ha planteado mantener el criterio adoptado en el pasado mandato, una escala con arreglo a la cual, según el número de concejales de cada partido, se atribuye un número de dedicaciones exclusivas frente a la «arbitrariedad» que, según González, imperó en el mandato anterior.

Tal y como el regidor socialista sostiene, a los grupos que tienen un concejal les pertenece una dedicación, hasta tres concejales les corresponde una y media, mientras que a las formaciones de entre 3 y 10 ediles, les pertenecen dos dedicaciones exclusivas.

Para Carlos González, esa distribución surge de «un criterio objetivo de distribución, frente a la arbitrariedad o el capricho anteriormente imperante». En el equipo de gobierno, quien tenga competencias podrá acogerse a la dedicación exclusiva y esto afecta a los 14 concejales (doce del PSOE y 2 de Compromís). Si bien, quedarán exentos de esa retribución completa aquellos que realicen otra actividad pública o privada retribuida. De ahí que todavía esté por perfilar cómo quedará esa distribución en el seno del PSOE, entre otras cosas, por el futuro cargo de Patricia Macià como diputada provincial, que podría suponer renunciar al sueldo de edil.

En el otro frente, ese reparto de salarios propuesto por el alcalde choca con las aspiraciones del PP, que pretendían hacerse con lo que tenían en el mandato anterior (una exclusiva, dos medias) y tres casi completas (80%), según fuentes municipales. Sin embargo, ayer desde la dirección del partido optaron por guardar silencio. Los populares tienen previsto comparecer hoy para anunciar las portavocías que recaerán sobre Pablo Ruz y José Navarro. Por su parte, Ciudadanos ya ha designado a Eduardo García-Ontiveros al frente del grupo municipal y a Eva Crisol como adjunta. Mientras, la formación naranja tiene pendiente de resolver las elecciones para constituir las tres ejecutivas, después de haber suspendido sine die las votaciones en el distrito en el que se presentó Daniel McEvoy. En Vox también han nombrado a Amparo Cerdá y a Aurora Rodil como portavoces.

Descabezados en Compromís

El PSOE está a la espera de ver qué ocurre en Compromís para terminar de estructurar el equipo de gobierno. El alcalde realizó la pasada semana el reparto de las competencias entre sus doce concejales, pero no entre los dos de la formación liderada por Mireia Mollà, quien renunció a su acta de edil tras ser nombrada consellera de Agricultura. Cuando se constituyó la junta de gobierno local, el regidor socialista delegó todas las concejalías de Compromís en la figura del número 2 Antonio García, hasta que tome posesión el número tres, Felip Sànchez, y se puedan distribuir las áreas (Desarrollo Sostenible, Movilidad Urbana, Tráfico y Medio Ambiente, Comercio, Eficiencia Energética y Desarrollo Rural) entre los dos ediles. La incertidumbre sobre lo que ocurrirá con los socios de gobierno del PSOE sigue estando ahí, ya que Compromís está pendiente de los nombramientos que a finales de esta semana puedan producirse en València, entre los que Antonio García suena.

De ahí que esas carteras del Ayuntamiento que pertenecen a Compromís puedan acabar siendo gestionadas por los dos ediles no electos, Felip Sànchez y Esther Díez. En el grupo municipal de Compromís todavía no han querido nombrar al portavoz.