Las pensiones que se cobran en la comarca del Baix Vinalopó son inferiores a las que perciben ciudadanos que residen en otros puntos de España. El efecto de la economía sumergida, la brecha salarial o salarios bajos están detrás, según denuncian los principales sindicatos de trabajadores, de una realidad que se hace más notoria en las ciudades de Elche y Crevillent, las localidades más industriales de la comarca, mientras que en Santa Pola, un municipio donde predomina la actividad pesquera y los servicios, los pensionistas reciben retribuciones de mayor cuantía, aunque también muy por debajo de la media nacional, y, por lo tanto, del salario mínimo interprofesional, que está fijado en 900 euros.
La retribución media que cobra cada mes un pensionista en la comarca del Baix Vinalopó es de 792 euros, frente a los 990 euros de la media nacional, lo que refleja que en la comarca se cobran, por lo menos, unos 198 euros menos, ya que hay muchos casos, insisten los sindicatos, en los que las diferencia, a la baja, es mucho mayor.
No obstante, si se analiza lo que perciben los jubilados de media en cada localidad se aprecia que la situación es distinta según cada una de las tres poblaciones de la comarca. Mientras en Santa Pola la pensión media, según un estudio realizado por el sindicato CC OO con datos del mes de mayo, se sitúa en 857 euros mensuales, en Elche esta cantidad desciende hasta los 789 euros (200 euros menos que la media nacional), y en Crevillent se queda en 756 euros.
Esto significa que en ninguna de las tres localidades de la comarca la pensión media alcanza el salario mínimo interprofesional de 900 euros, cuando los sindicatos reclaman, por su parte, a las empresas que todos los trabajadores cobren un mínimo de 1.000 euros al mes para llevar una vida digna.
La cantidad que reciben los pensionistas de Elche, por ejemplo, está muy por debajo de la media nacional que se sitúa en 990 euros mensuales, así como del importe medio que se percibe en la Comunidad Valenciana (912 euros), y en la provincia de Alicante (857 euros). Y todo ello pese a que Elche es en la actualidad una de las ciudades industriales más importantes de la Comunidad Valenciana, donde destaca el arraigo de la industria zapatera, y enclaves empresariales tan importantes, y reconocidos, como Elche Parque Empresarial.
Cifras
El Baix Vinalopó cuenta con un total de 49.252 pensionistas, entre los que están las personas que reciben pagas por jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y favor familiar. La mayoría son de Elche, que tiene un total de 39.462 pensionistas, mientras que en Crevillent hay 5.288 pensionistas, y en Santa Pola 4.502 personas que reciben algún tipo de prestación.
No obstante, la media mensual de las pensiones varía en función de su tipología. La pensión más numerosa en cuanto a personas que la perciben es la de jubilación, que llega en la comarca a 31.247 ciudadanos, en su mayoría, 25.141, de Elche. El importe medio por jubilación es de 891 euros.
Por localidades donde más se cobra por jubilación es en Santa Pola, donde los beneficiarios de esta prestación disponen de 993 euros de media, mientras que en Elche cobran un poco menos, 887 euros, y en Crevillent la cuantía cae hasta los 836 euros al mes.
En cuanto a otro tipo de pensiones, en el Baix Vinalopó hay 12.239 personas que reciben una pensión de viudedad, en su mayoría mujeres (11.459), que reciben una media de 615 euros; y 3.666 ciudadanos que cobran una prestación media de 780 euros por incapacidad permanente. También hay 1.884 personas que reciben una pensión de orfandad (351 euros), y 216 vecinos de alguna de las tres localidades de la comarca que ingresan una prestación por favor familiares, con la que se cobra una media de 526 euros al mes.
Cuando se analizan las pensiones que se pagan en la comarca también llama la atención el efecto de la brecha salarial. En este sentido, mientras los hombres reciben una pensión media de 949 euros, las mujeres cobran hasta 300 euros menos que los hombres, con unas pensiones medias de 632 euros. «Un dato muy importante a tener en cuenta, que nos muestra que las mujeres son las que más sufren la crisis», insistió la secretaria general de CC OO en la comarca, Carmen Palomar.
Factores
Muchos son los factores a los que apuntan los sindicatos de trabajadores para tratar de dar una explicación a una realidad, que es la de que en la comarca las pensiones son mucho más bajas que otras zonas, pese contar con dos ciudades industriales, como son Elche y Crevillent, donde siempre ha predominado el sector textil y manufacturero.
El secretario general de UGT Muntanya-Vinalopó-Vega Baja, Ismael Senent, apunta directamente a tres factores para entender estas cifras. En primer lugar se pone el foco en la economía sumergida. Ismael Senent explicó que «el hecho de que muchas personas hayan trabajado la mayor parte de su vida sin estar dadas de alta, ha provocado que sus pensiones sean muy bajas cuando les ha llegado la hora de jubilarse». El dirigente sindical de UGT insiste en que «es importante que todos los trabajadores coticen todas las horas que trabajan, ya que si no lo hacen tendrán problemas cuando les llegue la jubilación».
La segunda causa a la que se apunta desde UGT es la proliferación de contratos parciales que luego se traducen en jornadas completas. Sobre este asunto Ismael Senent dice que «no podemos permitir que se haga un contrato de cuatro horas diarias a un trabajador al que luego se le exije una jornada de más de ocho horas, ya que es un fraude».
Al impacto de la economía sumergida y a los contratos a tiempo parcial que se convierten, de espaldas a las Administraciones, en jornadas a tiempo completo, desde el sindicato UGT suman una tercera causa para dar sentido a la baja cuantía de las pensiones que se perciben en las poblaciones de Elche, Crevillent y Santa Pola. Se trata, indica Ismael Senent, «de los bajos salarios que se están pagando a la mayoría de los trabajadores, que aunque con un trabajo tienen problemas para llegar a fin de mes». En este sentido, desde UGT se insiste en que «si se cotiza poco, y se cobra poco, al final de la vida laboral queda una pensión muy baja, como se está dando en muchos jubilados de la comarca».
La secretaria del sindicato CC OO Vinalopó-Vega Baja, Carmen Palomar, también apunta, por su parte, que «no se cotiza todo lo que se trabaja, en casos en los que se hacen contratos a tiempo parcial cuando se pide al empleado más horas», y al impacto que «la economía sumergida provoca al final de la vida laboral de los trabajadores».
Carmen Palomar dijo que «pese a contar con dos sectores industriales con mucho arraigo, como es el calzado y el textil, al final esto no se ve reflejado en las pensiones que reciben los jubilados en la comarca, y vemos como las pensiones están muy por debajo de la media de lo que se cobra en España».
Propuestas
A la hora de plantear medidas para revertir esta situación, tanto UGT como CC OO apuntan directamente a la necesidad de que se aborde una reforma del mercado laboral, para, según dijo Carmen Palomar de CC OO, «no dar pie a que se favorezca el falso autónomo, y que se establezca un nuevo marco de relaciones de trabajo donde se reflejen todas las nuevas realidades». En definitiva, Carmen Palomar insistió en la «necesidad de acabar con empleos que lleven aparejada la precariedad». La dirigente de CC OO en la comarca insiste en que «hay que dar un cambio al sistema público de pensiones y derogar la reforma laboral, para que sea sostenible, teniendo en cuenta que la demografía y que debemos encontrar la forma de nutrir al sistema».
Por su parte, Ismael Senent, de UGT, propone «acabar con los sueldos inferiores a 1.000 euros al mes, consiguiendo que todas las empresas se comprometan a crear empleo de la calidad». En este sentido, el líder de UGT en la comarca aseveró que «debemos tener muy en cuenta una realidad, que es la que se refleja ahora. Si tenemos trabajadores pobres, al final tenemos pensionistas pobres».
Control
Un motivo por el que desde los sindicatos insisten en mejorar los mecanismos para controlar mejor el tejido económico de la comarca es para poner freno a la economía sumergida. Un problema que, según el último estudio realizado por la Universidad Miguel Hernández de Elche, por encargo del Ayuntamiento ilicitano, más del 82% de los ilicitanos ven «como algo normal», y que casi la mayoría, un 90%, opina que este tipo de prácticas irregulares son frecuentes o muy frecuentes en su entorno más inmediato. Los sindicatos concluyen que «al final los principales afectados son los trabajadores, que acaban cobrando pensiones
