La Fiscalía de Seguridad Vial de la provincia de Alicante y la Jefatura de la Policía Local de Elche alertaron ayer del peligro, cada vez más notable, que supone la alteración de los vehículos de movilidad personal, más conocidos como patinetes eléctricos, para que alcancen mayor velocidad de la que ofrece en origen el fabricante. Todos estos vehículos funcionan a través de un software que limita la velocidad máxima para adaptarla a cada tipo de patín pero que, en cuestión de minutos, puede modificarse a través de una actualización de software que puede encontrarse con mucha facilidad a través de internet. De esta forma, «se puede llegar a duplicar e incluso triplicar la velocidad máxima», explicaron ayer el fiscal delegado de Seguridad Vial en la provincia de Alicante, José Antonio Artieda, y el jefe de la Policía Local de Elche, César Zaragoza. «Un vehículo que en teoría tiene limitada la velocidad máxima a los 25 kilómetros por hora puede superar los 70 con estas modificaciones».
El problema es que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado continúan sin una normativa clara que regule cuál es la velocidad máxima permitida por los VMP (Vehículos de Movilidad Personal), si se pueden o no trucar o cuáles son las sanciones en caso de hacerlo. Ese limbo legal es el que está contribuyendo a aumentar estas prácticas, unido a la facilidad para realizarlas, pues al hacerse mediante una modificación del software, los agentes no tienen una forma rápida, como sí ocurre en las modificaciones de los vehículos de combustión, para saber a simple vista si se ha modificado o no. Esto tan solo es posible si requisan el vehículo y le realizan un examen a nivel técnico o informático, algo complejo y que no suele realizarse, al ser necesario incautar el vehículo. Estos exámenes a posteriori tampoco son 100% fiables, pues ese software puede volver a modificarse con sencillez para devolverlo a su estado original.
Actualmente la Dirección General de Tráfico solo ha dado unas simples directrices en cuanto a la normativa aplicable. Prohíbe su uso en las aceras, a no ser que la autoridad local autorice su uso -el Ayuntamiento de Elche carece de regulación en su ordenanza- por lo que establece que «cuando queden asimilados a ciclos y bicicletas, les será aplicable lo dispuesto para estos en la legislación de tráfico, seguridad vial y circulación de vehículos a motor. En concreto, el uso de los VMP debe realizarse atendiendo a las normas del ordenamiento jurídico vial». El problema es que, según la clasificación en hasta cinco categorías que hace la DGT en su escueta circular, un vehículo de la categoría inferior puede incluso superar la velocidad de un ciclomotor con estas modificaciones de software, por lo que aunque por las especificaciones de fábrica se clasifique en una categoría determinada, con la modificación del software y de la velocidad máxima, debería estar en otra.
Atestados
El criterio de la Fiscalía pasa por realizar atestados policiales, como en cualquier accidente con vehículos convencionales, siempre que haya heridos. Aquí entra en juego el papel de los forenses informáticos, que son los únicos capaces de detectar estas modificaciones. La falta de legislación vuelve a suponer de nuevo un problema. Los agentes han pedido incluso consejos a las estaciones de ITV para poder realizar estos informes en accidentes en los que se ha visto implicado un patinete, pero incluso estas estaciones se encuentran con problemas a la hora de detectar las modificaciones y clasificarlos.
Tampoco ayuda el hecho de que Elche carezca de una ordenanza que regule el uso de patinetes eléctricos. El anterior gobierno municipal decidió retrasar su redacción para evitar que entre en conflicto con la norma que la DGT tiene previsto sacar en los próximos meses. Fuentes de la Policía Local, a quien se ha pedido asesoramiento para su redacción, señalaron ayer que esperan tener un texto definitivo para finales de año. Hasta entonces, su uso quedaría militado a carriles bici y ciclocalles, aunque no hay marco jurídico para establecer las posibles sanciones.
La Jefatura propone censar los vehículos y crea una app para detectar alteraciones
Agentes, junto a dos informáticos ilicitanos, patentan un software de gestión para los VPM que incluye herramientas para realizar controles y comunicar los resultados directamente al juzgado
Controlar el parque de Vehículos de Movilidad Personal (VPM) que existe en la ciudad, así como los usuarios que los utilizan y si cumplen con los requisitos técnicos para su circulación. Este es el objetivo de la herramienta informática desarrollada por la Policía Local de Elche, en colaboración con dos forenses informáticos ilicitanos, y que aspira a convertirse en referente no solo en la ciudad sino a nivel nacional. El Proyecto Artemisa, como ha sido bautizada, es un software de gestión que propone, en primer lugar, recoger un registro de todos los patinetes y sus usuarios de la ciudad, para expedir licencias de uso. Esta licencia se otorgaría en forma de pegatina que, en caso de despegarse, quedaría inutilizada, por lo que no puede intercambiarse a otro patín, y que recogería información de la autoridad que expide, el número de bastidor y el propietario. Una especie de «matrícula» con la que quedarían censados todos los vehículos, para su comprobación en caso de cualquier percance. Otra de las posibilidades de este software pasa por dotar de herramientas a los agentes para que en caso de accidente, puedan realizar un control técnico del vehículo in situ, para ver si este ha sido o no trucado, se ha alterado alguno de sus elementos o si su conducto o dueño tiene licencia.
El principal problema al que se enfrenta esta herramienta es que, para realizar ese registro de vehículos de movilidad personal, es necesario un cambio en la ordenanza municipal algo que no llegará, como mínimo, hasta finales de este año, pues el Ayuntamiento de Elche está esperando a que la DGT redacte una norma a nivel estatal para adaptarla a nivel local. Sin embargo, según explicó ayer el jefe de la Policía Local de Elche, César Zaragoza, «en la Policía estamos intentando adelantarnos a la próxima modificación a nivel estatal del reglamento general de vehículos y que aclarará la naturaleza de estos nuevos vehículos y por tanto dónde pueden o no circular, su velocidad máxima y qué competencias se le da a la autoridad local para que pueda establecer restricciones».
Para el control de la velocidad los informáticos han desarrollado un sistema capad de medir a qué velocidad puede circular el vehículo. Tras terminar la prueba, que dura tan solo unos segundos, una imagen en verde, junto con el máximo de velocidad capaz de alcanzar el vehículo, dirá a los agentes si este cumple o no con las características técnicas permitidas o, en el caso de que esté en rojo, significará que el usuario ha alteado a nivel de software el dispositivo para aumentar esta velocidad en contra de la normativa.
Comunicación
La herramienta también permitirá crear un registro de conductores que han sido inhabilitados por esta causa, cuya información se compartirá en tiempo real con los juzgados. Y es que para el desarrollo de esta herramienta se ha contado incluso con la Fiscalía Provincial de Seguridad Vial, que ha remitido el proyecto a la Fiscalía en Madrid para que estudie su implantación en otras áreas de la geografía española.
De esta forma, la Policía Local se ha querido adelantar a las herramientas que necesitarán en un futuro cuando la Dirección General de Tráfico y el propio Ayuntamiento de Elche redacten las normas que regulen el uso de estos vehículos. Mientras tanto, la Policía usará estas herramientas para controlar que los patinetes no hayan sido modificados, y usar los datos que les proporcionen a nivel técnico para esa futura ordenaza en la que colaborará la Jefatura.
