El número de casos que llegan al Juzgado de Violencia de Genero de Elche, y que engloba también las denuncias presentadas en Santa Pola y Crevillent, se han reducido por primera vez en cinco años. Así lo muestra el informe de actividad del Consejo General del Poder Judicial, que recoge que el número de asuntos ingresados por este tribunal ha caído un 17,2% durante el primer trimestre del año, después de que haber aumentado cada año desde el pasado 2014. Así, de enero a marzo se registraron en la Ciudad de la Justicia de Elche 320 casos, más de cuatro al día. Las causas de esta reducción son «muchas y complejas», y aunque a priori parece un dato positivo, «no hay que olvidar que un importante porcentaje de las agresiones que se producen a las mujeres no se denuncian, están ocultos».
En los últimos años han aumentado las denuncias gracias a las campañas de concienciación que han animado no solo a las mujeres, que interponen poco más del 50% de las denuncias a pedir ayuda, sino también a familiares, cuerpos policiales y médicos, que las hacen de oficio. Con esto ya asentado, es normal que esa tendencia al alza haya redimido», añadieron desde uno de los organismos judiciales que lucha contra esta lacra social.
En este sentido, el mayor aumento de los casos de violencia ingresados en la ciudad se dio en el 2016, cuando se experimentó una subida del 26,6% de asuntos ingresados. «En esa época es cuando comenzamos a implantar el sistema que permitía a los médicos denunciar de forma directa, también se fomentó el protocolo de Viogén y la colaboración entre diferentes cuerpos policiales, lo que contribuyó a sacar a la luz más casos».
Pese al descenso del número de nuevos casos de violencia machista en Elche, el número de asuntos en toda la Ciudad de la Justicia creció durante el primer trimestre del año en un 4,6%, muy por encima de la media de la Comunidad Valenciana, donde el ascenso se reduce a solo 1,6% más de expedientes ingresados. En cuanto a la jurisdicción civil, los casos recibidos por los juzgados de familia se incrementaron un 136%, contribuyendo significativamente a ese aumento global del partido judicial.
Civil
El mayor colapso en la jurisdicción civil, sin embargo, no está tanto en el número de asuntos que se ingresan, que también, sino en la cantidad de sentencias pendientes de ejecutar. Cobros por resoluciones de contratos, cláusulas suelo, divorcios, herencias o hipotecas son una buena parte de estas resoluciones judiciales que están pendientes de cumplirse. La escasez de medios personales en los juzgados civiles y la dificultad a la que se enfrentan los funcionarios a la hora de encontrar la forma de que los condenados hagan frente a las cuantías económicas que se reclaman, crea un enorme cuello de botella. No obstante, y gracias a la creación de los dos nuevos juzgados de Primera Instancia en abril de 2018 ha permitido desatascar esta situación. Así, en poco más de un año, se ha pasado de las más de 14.000 sentencias sin ejecutar a poco más de 10.500.
En civil es donde más asuntos se ingresan, con 4.696 casos en Primera Instancia (seis tribunales) 1.230 en los juzgados de Familia (dos organismos) y otros 187 asuntos civiles relacionados con la violencia machista.
Penal
En el ámbito de la jurisdicción penal, los datos se mantuvieron estables con respecto al mismo periodo del año anterior, pues el descenso de casos de violencia de género se ve compensado con un aumento de los casos que llegaron a los juzgados de Instrucción y, por consiguiente, los que se elevaron a los Juzgados de lo Penal. A los juzgados de Instrucción llegan todos los asuntos de carga penal, que ascendieron a 3.115 de enero a marzo de este año. Estos los archivan, en los casos menores dictan sentencia y, si fuera necesario, lo elevan a los juzgados de lo Penal, que recibieron 419 casos.
Social
Los juzgados de lo Social, por su parte, recibieron 903 asuntos. El «lastre» de este organismo es que acumulaba, a principios de este año 3.222 asuntos en trámite, lo que origina que los juicios tarden cerca de un año y medio, desde la denuncia, en celebrarse. De hecho, los juzgados sociales y penales son los que mayor carga de trabajo acumulan, pues según la tasa de pendencia ambos necesitarían cuatro años, sin ingresar nuevos asuntos y al ritmo de trabajo actual, para resolver todo el papel acumulado.
