La comunidad de regantes de Carrizales está inmersa en la campaña de uno de sus productos estrella, la del melón de Carrizales, que empezará a recolectar durante las próximas semanas. Una buena época para los agricultores de esta zona, que siguen utilizando un sistema de regadío de azarbes con tres siglos de historia, y que permite reutilizar el agua del río Segura. Sin embargo, en esta zona del sur del Camp d'Elx siguen a la espera de que la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural saque del cajón el proyecto para declarar la zona como parque natural agrario.
Pese a que representantes de la comunidad de regantes de Carrizales han mantenido varios contactos con miembros de la conselleria durante los últimos años, lo cierto es que en Valencia se ha dejado esta tema aparcado, dando prioridad al de la Huerta de Valencia. Es por este motivo, por el que el presidente de la comunidad de Regantes de Carrizales, Fernando Antón, reconoce que «ahora estamos a la espera de que el nuevo Consell empiece a funcionar, para intentar retomar los contactos y que se desbloquee la tramitación de nuestro proyecto, que puede ser un revulsivo para el Camp d'Elx».
La declaración del entorno de Carrizales, que abarca una extensión de 1.300 hectáreas, y que gestionan unas 400 agricultores, como parque natural agrario supondría un revulsivo para esta zona del Camp d'Elx. De hecho, este proyecto se empezó a gestar en 2008 después de la celebración de unas jornadas en las que se llegó a la conclusión de que «la agricultura es una actividad que no es destructiva del paisaje y del territorio, sino al contrario». En este sentido, en la zona se defiende que «al llevar a cabo actividades agrícolas y ganaderas hacemos que nuestro entorno mantenga sus propiedades naturales, y al mismo tiempo lo "salvamos" de otras actividades menos sostenibles». Además, sostienen que «la actividad agrícola, además de mantener y preservar el territorio, constituye una actividad económica que ha de permitir vivir de la misma a los agricultores de la zona, también de forma responsable y sostenible».
El proyecto permitiría compatibilizar en la zona actividad agrícola, iniciativas agroalimentarias y artesanales, así como proyectos turísticos compatibles con el respeto al medio ambiente y la agricultura.
Los regantes presentaron el proyecto a la Generalitat Valenciana en 2009, hace una década, y durante el último mandato han tratado de impulsar su tramitación, sin éxito. De hecho la consellera de Medio Ambiente, Elena Cebrián, se interesó por el mismo, y visitó la zona con motivo del acto del corte del melón hace dos años. Sin embargo, lo meses han ido pasando, y los regantes tendrán que volver a subir a Valencia para recordar a los responsable de la Administración autonómica el valor de la zona en la que trabajan, y todo lo que se puede hacer para mejorarla.
