La Sección Séptima de la Audiencia, con sede en Elche, condenó ayer a un acusado a dos años de prisión por tratar de matar a la pareja de su hermana, a plena luz del día y en la vía pública, en Pilar de la Horadada. Los hechos datan de julio de 2013. Días antes de que se produjera la agresión, el acusado había mantenido una discusión con la víctima, a la que dio un puñetazo, tras varios insultos racistas. Según el escrito de acusación de la Fiscalía, tres días después, tras pasar por delante de la víctima con su coche, lo aparcó en una zona cercana, bajó y se dirigió a él con un bastón de madera de 95 centímetros, y «comenzó a golpearle en la cabeza». Posteriormente, el agredido consiguió arrebatarle el bastón, por lo que el agresor echó a correr para que no le golpeara, mientras la víctima le seguía. En un momento de la persecución, el acusado se volvió, sacó de su pantalón una navaja de 10 centímetros de hoja y «le asestó 11 puñaladas en el tórax, abdomen y extremidades», según el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, al que ha tenido acceso este diario.

Lejos de parar aquí la agresión, el acusado «una vez que la víctima había recibido las puñaladas y se encontraba malherida, el procesado le arrebató el bastón que portaba y comenzó a golpearle de nuevo» continúa el relato del Ministerio Público. El agredido logró cruzar la calle, momento en el que se desvaneció. Posteriormente, el condenado le arrebató el bastón de madera, se dirigió a su coche, y se fue.

Lesiones

Fruto de estas agresiones, la víctima sufrió numerosas lesiones a causa de los cortes a lo largo de todo el cuerpo, y le han quedado marcas y cicatrices en buena parte de la decena de puñaladas que recibió. A modo de indemnización, por todo ello, el condenado deberá abonar los 8.100 euros que pedía el Ministerio Público. De hecho, el acuerdo de conformidad al que se llegó momentos antes de que se celebrara el juicio recoge como condición para que el agresor eluda la prisión, al ser menor de dos años y un día y carecer de antecedentes penales, que proceda al pago de dicha cuantía.

Del mismo modo, la pena quedará suspendida con la condición de que no vuelva a delinquir en un periodo de tres años. Gracias a este acuerdo, el condenado eludirá la cárcel, pese a que inicialmente el Ministerio Fiscal pedía para él ocho años de prisión, que fueron rebajados por ese retraso a la hora de celebrarse el juicio que según la fiscalía no era computable al implicado.