La nueva corporacióntomará posesión en dos días y en juego están los 18 sueldos o dedicaciones exclusivas que le corresponden como máximo a los concejales del Ayuntamiento de Elche. Es la cifra límite que se le permite a la ciudad por disposición legal y que podrá ser menor, lo que le corresponde decidir al que a partir del sábado será de nuevo alcalde, a Carlos González (PSOE).

Aunque habrá un pleno de organización para decidir las asignaciones económicas que percibirá cada uno de los 27 ediles que integrarán el salón de plenos, a día de hoy son muchas las incógnitas que están abiertas y que dependen en gran medida de la decisión que tome el PSOE para gobernar en los próximos cuatro años, bien en solitario, bien con Compromís o quizá con Ciudadanos. Todo está en el aire.

En este último mandato ha habido 16 dedicaciones exclusivas. Una decena corresponde al equipo de gobierno (seis al PSOE, tres para Compromís y una para el Partido de Elche). En la oposición, el PP ha contado con dos dedicaciones exclusivas, dividida entre cuatro concejales; Ciudadanos ha percibido otras dos repartidas entre sus tres ediles (antes de que dos se marcharan de la formación naranja) e Ilicitanos por Elche tuvo asignada una dedicación y media para sus dos ediles. No obstante, el tablero político es muy distinto para los próximos cuatro años, ya que la composición de la Corporación municipal ha cambiado con creces después del pasado 26 de mayo.

En primer lugar, empezando por el PSOE, que ha pasado de tener ocho concejales a doce, por lo que verá aumentar el número de dedicaciones a un máximo de once pues Patricia Macià va a ser la diputada provincial y, a priori, todo hace pensar que no renunciará a ese sueldo, mayor que el del Ayuntamiento. Quedarían entonces un máximo de siete dedicaciones exclusivas para llegar al máximo y cuatro partidos que se las disputan: el PP, que tiene nueve concejales (ya manifestó que pedirá tres), Ciudadanos, Compromís y Vox.