El 40% de los ilicitanos no votó el 26-M, ¿cómo lo valora?
¿Han analizado la abstención histórica en las municipales? Yo sí, y sé los promedios uno a uno.
Ha sido la participación más baja de siempre en Elche.
El rango está entre el 60 y el 65%. Solo hay participación por encima del 65% cuando hay pulsión de cambio. La consolidación de la democracia pasa por el ejercicio del derecho al voto. Ha habido una abstención del centroderecha, nosotros hemos llevado a la misma gente a votar que hace un mes.
El resultado del Partido Popular no ha sido malo...
Hay que computar por bloques. El PP ha reajustado su resultado por el tiro en el pie que se ha dado Ciudadanos. El centroderecha no quería cambio. Ha habido un trasvase de votos de Ciudadanos a Pablo Ruz.
¿Qué ha pasado con Ilicitanos y el Partido de Elche?
El voto de Ilicitanos era voto de derechas, todos sabemos de dónde nació. Y la abstención se ha concentrado ahí, porque no han encontrado motivación en sus candidaturas y porque no se han movilizado para echarnos. Nuestros mejores resultados se han dado en ese escenario, de baja participación.
¿Está diciendo que Elche no es una ciudad de izquierdas?
Nosotros hemos movilizado nuestro voto y la derecha no. Tenían un liderazgo compartido entre el PP, Ciudadanos y Vox. Si vas al histórico desde 1979 hasta aquí, el PSOE solo ha sacado dos veces el mismo resultado en generales que en municipales. ¿A qué se atribuye eso? A que la gente apoya el proyecto local.
Y a que la derecha no ha querido echarle...
No había pulsión de cambio.
Ha gobernado con Compromís, Ilicitanos y el Partido de Elche y los tres han fracasado, ¿es malo pactar con usted?
No se puede meter a todos en el mismo saco. Ilicitanos llevaba tiempo en fuera de juego.
¿Les tiene inquina?
Todos los que vivimos en este pueblo sabemos la que montaron en seis meses. Fernando Durá me cae bien, Cristina Martínez me resulta indiferente.
¿Y el resto?
Compromís tenía el voto prestado de Podemos, que no se pudo presentar en 2015. La gente que estaba en la órbita del PSOE y quería coger la papeleta de Podemos, tuvo que votar a Compromís. Esa gente ha vuelto al punto de partida, a nosotros. Al Partido de Elche no sé que le ha pasado, probablemente les habrá fagocitado nuestra gestión.
¿Por qué considera que es bueno gobernar en solitario?
Hemos concurrido a las elecciones planteado la necesidad de tener un mandato con más autonomía para sacar adelante nuestro compromiso electoral, el núcleo de nuestro programa. Si pactamos, también hay que sacar adelante otros compromisos. Ha pasado en el último mandato.
¿Cree que doce concejales le otorga autonomía suficiente?
Es más autonomía de la que teníamos hasta ahora y está dentro de lo que esperábamos.
¿Esperaban doce ediles?
Manejábamos una horquilla por encima de diez. Ha sido un mandato de mucho trabajo que no se ha visualizado en términos de grandes actuaciones. Ha sido un gota a gota constante en barrios y pedanías, una gestión poco vistosa. Pero eficaz, ha llegado al ciudadano. Las encuestas nos daban más de diez concejales desde hace más de un año. Y en aquel momento el PSOE no estaba igual, ahora las siglas son más fuertes.
¿Va a pactar?
Voy a escuchar a las formaciones políticas que han planteado alternativas antes de tomar una decisión. Quiero saber las pretensiones, fundamentalmente, de Compromís. Ciudadanos también ha planteado una alternativa. Nuestro principio sigue vigente. Vamos a gobernar con más autonomía, ya sea en solitario o acompañados.
En campaña metía a Ciudadanos en el «trío de las derechas», ¿va a gobernar con ellos?
Somos un partido de diálogo y si nos llaman, escuchamos. Atendemos a la llamada de dos formaciones pero no me veo pactando con ellos. Escucharemos a Ciudadanos por respeto político. Eso sí, una constante del próximo mandato va a ser la del consenso más allá de las fronteras ideológicas.
Quién decidirá los pactos, ¿usted o su formación?
La partida de Elche se juega en el tablero de Elche.
¿Ximo Puig le ha dicho que haga lo que quiera?
He hablado con el secretario de Política Institucional del PSPV, eso es como hablar con Puig. Tenemos toda la confianza del partido para tomar la mejor decisión por el interés general de Elche. Habrá que coordinarse porque no somos una isla. Los estatutos dejan claro que las decisiones las toma la militancia, a propuesta de la comisión ejecutiva local y el alcalde.
Al final será una decisión que tomará el propio partido...
¿Yo no soy del partido?
Sí, y podrá dar su opinión, pero finalmente serán los militantes los que decidirán.
Eso no pasa solo en Elche, también en València, Santander o Alcalá de Henares. Los estatutos del PSOE dicen que los pactos los tienen que ratificar las asambleas de militantes.
Entonces se podrá dar el caso de que usted piense de una forma y su partido de otra...
Se puede dar esa situación u otra. Estoy convencido de que la propuesta que haga el partido y la que haga yo como alcalde serán las mejores para el interés de la ciudad y su gobernabilidad.
¿Cómo será este proceso?
Es un proceso en el que abrimos una reflexión sosegada sobre cómo se tiene que gestionar la mayoría que nos han dado los ciudadanos. Lo primero es escuchar a los que nos han tocado la puerta. Escucharemos a Compromís y Ciudadanos para formar nuestro criterio. Si sus condiciones son inasumibles, será inviable el pacto. A partir de ahí, nos posicionaremos. No vamos a decir alegremente que sí a cualquier planteamiento.
Las condiciones que puso Compromís hace cuatro años no serán iguales que ahora.
El contexto actual es muy distinto al de 2015, que era extraordinariamente complejo. Pretendemos conocer sus pretensiones para la ciudad. Los electores nos han permitido gobernar con más autonomía y la decisión que tiene que tomar el PSOE, del que yo formo parte, ¿eh?, no soy un ser ajeno, debe ser la mejor para el gobierno de la ciudad. Si vemos que las condiciones no son viables, nuestra apuesta será monocolor. Están abiertos los dos caminos. Si el pacto no altera nuestra esencia, se hará. Lo importante no es quién esté en cada concejalía, es que salgan adelante las políticas de transporte, seguridad o sanidad.
Cuenta con ocho caras nuevas entre sus concejales, ¿será fácil colocar a cada uno?
Ya lo hice una vez y estoy seguro de que podré hacerlo otra.
¿Cómo lo decide, de forma personal o escuchando?
Lo voy a hacer de una forma menos condicionada que hace cuatro años. Es una decisión que recae en el alcalde y que ejerzo con normalidad. Escucharé preferencias y encajaré los perfiles dentro del organigrama municipal que quiero configurar. Hace falta una estructura diferente.
¿Habrá nuevas concejalías?
Hay elementos que tienen que entrar con fuerza. Tenemos que mejorar la eficacia, por ejemplo, con una gran área de mantenimiento. No puede estar fraccionado. También introduciremos otros factores. Quiero que el concepto de innovación esté en el gobierno, promover políticas dirigidas al ámbito empresarial. Y tiene que estar presente la capitalidad verde europea. Empezamos la década de la auténtica transformación de la ciudad.
¿Es el momento de cambiar?
He apostado por un gobierno estable y no he hecho cambios. Ahora es el momento de modificar las cuestiones que he advertido que son mejorables.
Entre sus once compañeros, chirría el nombre de Puri Vives, ¿cómo explica que una concejala que ha tenido que dimitir vuelva a entrar al gobierno?
Puri Vives puede cumplir su función con absoluta normalidad. Su dimisión no fue por un escándalo. Fue por una circunstancia personal, no por un altercado político. Lo hizo para no comprometer al partido y su actitud le honra.
Dimitió porque la empresa de su marido no tenía licencia.
Su marido tenía un problema que es común en esta ciudad. Ella evitó un conflicto de intereses en beneficio del PSOE, su comportamiento ético fue intachable, no la echó nadie.
¿Usted la invitó a irse?
Fue una decisión libre y personal. Repito que su comportamiento fue intachable.
¿De verdad fue intachable?
Tuvo un problema y lo ha resuelto. Ella no lo generó. Si su marido hubiera tenido una plantación de marihuana os daría la razón. Pero las actividades sin licencia se producen muchas veces en Elche como consecuencia de la naturaleza del suelo. Entre cometer un delito y protagonizar una situación común hay un trecho. Ella evitó un problema al Ayuntamiento saliéndose de la ecuación, pagó un precio muy alto. Solo hay que ver quién dimite en nuestro contorno.
Hablemos de los otros ediles.
Estoy trabajando en el organigrama municipal y en la distribución de competencias.
Los que estaban en el anterior mandato, ¿repetirán área?
Permítanme que, antes de hacerlo público, lo sepan primero los propios interesados.
¿Es un lastre contar con tantos compañeros que no conocen cómo es la gestión pública?
No comparto esa idea.
Un lastre no, ¿y un problema?
Tenemos un material humano en el que unos tienen más experiencia que otros. Todos están capacitados para sacar adelante el proyecto político, no va a ser un inconveniente para la gestión. Las competencias se distribuirán buscando que los concejales estén cómodos con sus responsabilidades y que se haga un buen gobierno. El equipo va a estar cohesionado y la distribución va a ser racional para sacar el acuerdo adquirido con los ciudadanos en la campaña.
Este será su último mandato.
Veo el ciclo político con dos mandatos, el de sembrar y el de recolectar. Ya hemos preparado los pliegos de condiciones, los acuerdos con otras administraciones, la redacción de proyectos€ Ahora toca la cristalización de todo lo que hemos hablado.
Todo el mundo conoce cuál es su fecha de caducidad...
¿Y eso menoscaba mi autoridad? Tengo un gran respaldo de los ciudadanos y de mi partido para sacar adelante nuestro proyecto. Los ciclos políticos tienen que ser de ocho años, ese debate está en la sociedad. Eso no me resta un ápice de legitimidad.
¿Tiene que resolver mucha herencia del anterior mandato?
Afortunadamente hay mucha herencia positiva, inmejorable. Están el Plan Edificant, la estrategia Edusi y los acuerdos con el Gobierno de España y la Generalitat en materias educativas, sanitarias e industriales.
¿No han hecho nada mal?
Lo que se ha hecho mal, está mal, indudablemente. Pero la herencia es a beneficio de inventario. Va a constituir la base de los próximos años. Una ciudad como Elche siempre tendrá problemas que resolver. Cuando llegué al gobierno estaba cerrada la oficina de la DGT, las instalaciones de Los Palmerales también€
Se está yendo de lo que era la pregunta originalmente...
Hay elementos que están encallados, evidentemente. Pero es mucho mayor lo uno que lo otro. Y nuestro punto de partida fue a la inversa. No falta autocrítica, es lo que pienso realmente.
¿Va a permitir el vallado del campus de la Universidad?
Digo lo mismo sobre la Universidad y su integración en la ciudad que decía en 1996. Tiene que ser un barrio más de Elche y estar abierta a los ilicitanos. El rector va a tomar posesión mañana y primero lo quiero escuchar. Después me pronunciaré. No voy a contestar a sus declaraciones a la prensa porque para mí es un aliado. Cuando me diga lo que piensa, le diré que mi mensaje no ha cambiado. Si hay problemas de vandalismo, buscaremos alternativas.
¿A qué se va a dedicar el dinero que el Consell debe por los terrenos del campus?
La Generalitat tiene el compromiso de invertir en la tercera ciudad de la Comunidad Valenciana. Que nos deba 45 millones por los terrenos no le exime de tener que seguir invirtiendo. Necesitamos un conservatorio y una depuradora. Y, a parte, nos debe el dinero de la UMH, cuyo primer destino va a ser estimular la rehabilitación de las fincas, incluyendo ascensores y mejoras de eficiencia energética. Hablamos de rehabilitar mil viviendas en cuatro años, lo que tendrá un coste de doce millones de euros.
«Reformular el contrato con Aparcisa no supondrá una lluvia de millones»
Su apuesta para el Mercado Central, ¿pasa por plantear otro proyecto a Aparcisa o por rescindir directamente el contrato firmado?
Me gusta más hablar de reformular el proyecto. Hay que hacerlo porque hay alguien muy importante, que es Icomos, aunque otros piensen que es una birria. Nos ha dicho que elijamos entre el Mercado Central o el Misteri. Lo primero que hay que hacer es llegar a un acuerdo con Aparcisa, justo y equilibrado, que les resarza por los gastos. No quiere decir que vaya a ser una lluvia de millones, como se va comentado por ahí.
Unos cuantos millones sí que va a costar...
Entre millones y lluvia de millones hay una diferencia que es importante.
¿La parece poco quince millones?
Una cosa es resarcir por los gastos y otra es inundar de millones. Lo que ha dicho Aparcisa, con todo el respeto, no tiene fundamento alguno.
¿En qué consiste su reformulación?
Hay que llegar a un acuerdo con Aparcisa. Quedarán resarcidos en función a lo que se han gastado y a lo que vale su trabajo. Luego no podremos hacer otro contrato con ellos porque nos lo impide la Ley de Contratos del Sector Público.
Entonces usted no quiere reformular el proyecto, lo que quiere es rescindir el contrato...
Voy a reformular el proyecto siguiendo una secuencia lógica. No podremos adjudicar otro contrato a Aparcisa porque nos lo impide la ley. Cuando tengamos el acuerdo con ellos, empezará un nuevo proyecto, que supone una reformulación. Ahí es donde hará falta consenso.
Está enrocado en la reformulación cuando en realidad habla de acabar un proyecto para empezar después otro distinto.
Llamadlo como queráis. Para mí el concepto es reformular. Es complejo y conlleva varias acciones.
Parece que huye del término rescisión...
No huyo, lo digo en castellano, en valenciano o en inglés. Hay que alcanzar un acuerdo. Todos jugamos con las palabras y el dinero. Lo que no se va a hacer es pagar 15 millones por lo que no lo vale. Ni tampoco íbamos a entrar en debates con ellos durante la campaña electoral.
