Dos días después de las elecciones, el ejecutivo del PSOE ha activado la maquinaria para configurar el equipo de gobierno de Elche para los próximos cuatro años dos días después de convertirse en la fuerza más votada con doce concejales. La estrategia de los socialistas pasa por crear una comisión que se sentará a negociar con el resto de partidos, uno por uno, una posible alianza de gobierno. Si hay acuerdo, los militantes tendrán la última palabra en una consulta antes del pleno de investidura para constituir la corporación municipal, que tendrá lugar el 15 de junio.

Así lo acordó ayer la ejecutiva socialista en una reunión en la sede de General Cosidó para analizar los resultados electorales que le han dado apoyos suficientes como para gobernar en solitario pero en minoría. El cuartel general de los socialistas se volvió a abrir tras la euforia del domingo y contó con la presencia del alcalde y candidato a la reelección, Carlos González, que pese a no formar parte de la ejecutiva, estuvo invitado y fue recibido con una ovación de los militantes. Al finalizar la misma no realizó declaración alguna a este periódico.

Futuro

Felicitaciones aparte, la reunión sirvió, sobre todo, para levantar la veda a un futuro pacto de gobierno. Pese a la euforia de la noche del domingo y a sentirse fuertes para poder dirigir el Ayuntamiento en minoría, llegando a acuerdos puntuales con Compromís o con Ciudadanos, los socialistas tienen que estudiar en los próximos quince días si les conviene o no asegurarse la mayoría absoluta con un socio de gobierno. De momento, no se cierran a pactar con ninguna de las dos fuerzas políticas que se han quedado con el mismo peso en el Ayuntamiento, dos concejales.

Con estos mimbres, al igual que ocurrió hace cuatro años cuando Carlos González pactó con Mireia Mollà y Cristina Martínez, dando vida al primer tripartito de la ciudad, ahora el PSOE tendrá una comisión negociadora que estará coordinada por el portavoz de la ejecutiva y el número 3, Ramón Abad, e integrada por los ediles Patricia Macià y Héctor Díez, así como del jefe de gabinete y hombre de confianza del alcalde y candidato, Miguel Serna, quien se quedó fuera de la lista. Esa comisión empezará a trabajar esta misma semana, con una reunión con González y Soler, para fijar el calendario de reuniones con otros partidos, perfilar las negociaciones y decidir hasta qué punto están dispuestos a llegar para formar gobierno. En caso de que en las próximas dos semanas se produzca un acuerdo y los socialistas decidan tener un socio de gobierno, se producirá una consulta vinculante con la militancia que deberá celebrarse entre el 10 y el 14 de junio.

Calma tensa

Y mientras la ejecutiva se decide, el resto de fuerzas sigue sin reaparecer tras las elecciones del domingo y sin realizar ninguna comparecencia pública para ofrecer valoraciones sobre sus resultados. Compromís ya lo dijo bien alto nada más conocer los resultados electorales, pidió al PSOE «coherencia» para reeditar el pacto de gobierno y evitar que Carlos González acabe virando hacia el otro lado y aliándose con la formación naranja. Ayer, los de Mireia Mollà tenían previsto celebrar también una primera reunión interna para analizar esa pérdida de dos concejales y perfilar estrategias.

El otro candidato a formar parte del gobierno, Ciudadanos, también dijo en la noche del domingo que está dispuesto a llegar acuerdos con el PSOE. Si bien, la portavoz de Cs en funciones, Eva Crisol, aseguró ayer que la opción de formar gobierno tendrán que abordarla en un comité de pactos, siguiendo así las directrices que marca el partido. Por lo pronto no se cierran a nada. El PP que tampoco se ha reunido aún tras el domingo ha convocado a sus bases a finales de esta semana para analizar los datos.