El alquiler de viviendas en Elche se torna cada vez más complicado debido a que los propietarios han endurecido las condiciones para arrendar sus casas. Una decisión que responde a dos factores: el miedo a impagos y la escasez de viviendas, lo que facilita ese cribado ante la alta demanda. Las inmobiliarias tienen listas de espera de clientes que buscan un arrendamiento y los propietarios piden cada vez más requisitos, que van desde nómicas y contratos fijos de trabajo hasta avalistas, y no todos los usuarios cumplen estas dondiciones. Así lo confirman desde la inmobiliaria Varadero. Fernando Valero, uno de sus agentes, asegura que «aunque no es lo habitual, se da cada vez más la circunstancia de que los propietarios piden un avalista para garantizar que se cobrará el precio del alquiler. El problema está en que los contratos son precarios, a veces no llegan ni a los 900 euros, y aunque se cobre más en negro, sin declarar, con la nómina no llega al mínimo para garantizar que se pueda pagar lo pactado», señala. Así lo señalan también desde Futurcasa, otra de las inmobiliarias con más volumen de clientes de la ciudad.

Quienes quieran acceder a un alquiler, deberán acreditar, en la mayoría de casos, tener un contrato fijo y cuyo importe triplique el precio del alquiler, ya que suelen rechazarse inquilinos que deben destinar más de un 30% de su salario a la vivienda. Esto supone que las familias que deseen arrendar deben disponer de un sueldo mayor a los 1.400 euros, teniendo como base que el precio medio del alquiler oscila desde los 450-500 euros en las zonas de la ciudad más baratas (Carrús), hasta los 650-700 en las áreas más cotizadas (Altabix o las zonas en expansión del Huerto de Travalón o El Corte Inglés).

La precariedad de los contratos se une a la «falta de confianza del propietario que, con la legislación actual, no garantiza que ante un impago se pueda recuperar la vivienda de forma rápida, de ahí que se pidan tantas garantías», señalan desde Varadero. En los últimos años se han popularizado los seguros de alquiler, que cubren las cuotas en caso de impagos hasta que el juzgado ejecute las órdenes de desahucio.

Pese a esas condiciones, Valero señala que la falta de viviendas hace que las casas que salen al mercado de alquiler «vuelen». «Hoy mismo hemos cerrado un contrato en el que la vivienda apenas nos ha durando 24 horas. El jueves por la tarde se puso la oferta y el viernes ya está reservada», añade. Entre las zonas donde más difícil es encontrar una vivienda se encuentra el barrio de Altabix. La alta concentración de universitarios copan los pisos que se alquilan. Muchos de ellos permanecen en estas viviendas los cuatro años de carrera y, cuando lo abandonan, otros nuevos estudiantes lo ocupan.

La zona ha sufrido un aumento en los precios, debido a la demanda. Las áreas en expansión de la ciudad, junto al centro de Elche, son las más caras. En el casco histórico, por su ubicación, y en las nuevas construcciones porque, en la mayoría de los casos, se trata de residenciales que incluyen zonas verdes, piscinas y hasta zonas de juegos infantiles dentro de la propia urbanización.

Quienes busquen nuevas viviendas deben conformarse con «pisos más antiguos», señalan desde las inmobiliarias, aunque incluso estos están muy demandados, por su precio reducido. Desde colectivos como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca denuncian que el precio y la escasez del mercado de alquiler dejan sin alternativa a los colectivos más vulnerables, ya que aquellos que no pueden pagar su hipoteca y deben buscar una alternativa, se encuentran con precios más caros que las letras bancarias.

«Es imposible independizarse, casi sale mejor comprar»

Elisa tiene 27 años y lleva más de un año buscando una vivienda para irse a vivir con su pareja. Su contrato es temporal, y a tiempo parcial, al igual que el de su novio. «Descartamos comprar una casa por el precio de la hipoteca, pero nos estamos encontrando con que nos piden más por el alquiler del piso que los que nos pedía el banco por la cuota». El único motivo por el que sigue buscando alquilar es que «para comprar hay que tener mínimo el 20% del precio de compra ahorrado, más los gastos, y no los tenemos», señala. «tenemos un presupuesto máximo de 350 euros, y solo nos enseñan pisos que están para reformar de arriba a abajo».