El Tribunal Militar Territorial primero de Madrid acogió ayer la primera sesión del juicio contra el teniente acusado de abusar de una militar ilicitana durante la estancia de esta en la Escuela Militar de Paracaidismo Méndez Parada, en Sangonera la Seca (Murcia). El fiscal pide para el teniente seis años y seis meses de prisión. La víctima denunció en 2016 que llevaba años sufriendo abuso sexual por parte de su superior, después de haber comunicado a sus superiores en varias ocasiones la situación y desesperada por el hecho de que no se tomara ninguna determinación para protegerla. El acusado negó ayer los hechos ante el tribunal, hasta el punto de que dijo, según señalaron fuentes judiciales cercanas al caso, que «todo era un montaje», incluida la foto que la mujer le realizó mientras se masturbaba para probar el acoso al que era sometida, y que nadie creía.

En el juicio también prestó declaración la víctima, quien ratificó lo expresado en su denuncia ante la Policía Nacional de Elche en marzo de 2016. La mujer señaló que los primeros episodios de acoso por parte de su superior comenzaron nada más ingresar en el cuerpo militar, hace unos once años, y que los comentarios fuera de tono se iniciaron casi desde el primer día. La situación, lejos de mejorar, fue a peor hasta el punto de que, según el relato de la militar ilicitana, las humillaciones se sucedieron casi a diario.

Todo habría empezado, según señaló en la denuncia y reiteró ayer ante el juzgado militar, con comentarios vejatorios e insinuaciones. Cuando fue destinada a un puesto de trabajo en la misma oficina que su superior, la cosa empeoró, hasta el punto de que el hombre se masturbaba continuamente delante de ella cuando se quedaban a solas y le proponía con reiteración tener relaciones sexuales en una casa que tenía cerca de la base militar, además de hacerle preguntas con carácter obsceno sobre su vida íntima y personal.

En la sesión de ayer también declararon los diferentes peritos que certificaron el trastorno psicosomático que habría sufrido la víctima, por el que continúa de baja. Defensa la expulsó del Ejército hace unos meses, al considerarla no apta para su puesto debido precisamente a esta baja psicológica, aunque la readmitió tras el recurso presentado por su abogado, Antonio Suárez-Valdés.

Así, el expediente de expulsión está paralizado a la espera de conocer la sentencia de este juicio, que continuará durante la jornada de hoy, cuando está previsto que declaren los compañeros de la militar en la base, y el jueves será la sesión de conclusiones definitivas.

Fiscalía

El fiscal también relata en su escrito de acusación que el acusado cerraba la puerta de la oficina con el pestillo y llegó a masturbarse delante de la soldado y a realizarle tocamientos. El Ministerio Público añade que toda esta situación generó en la soldado sentimientos de malestar, humillación y ansiedad que desembocaron en su baja médica desde el 18 de marzo de 2016.