La Conselleria de Educación ya da por empezadas las obras para llevar a cabo las reparaciones, largamente esperadas, en el instituto de Torrellano, que desde hace aproximadamente cuatro años viene sufriendo desprendimientos, grietas y oxidaciones impropias de un centro que apenas tiene 15 años.

En principio, hoy podrían ponerse los obreros a picar la primera de las zonas afectadas, todo ello si completan definitivamente el montaje del andamiaje, después de que ayer llegaran las casetas de obra para cambiarse, tener conexión de luz y guardar material, y de que el lunes se descargaran las vallas para perimetrar la zona.

Con la llegada de los obreros, y en vista de que toda obra genera molestias, el centro ya ha pensando en un plan B por si acaso el trabajo de los operarios afecta al normal transcurrir de las clases.

Así las cosas, de entrada, se ha decidido que las persianas de las aulas más próximas a donde estén trabajando los obreros, van a estar completamente bajadas.

Pero en el caso de que los golpes, a raíz del trabajo con las herramientas, alteren el normal transcurrir de las clases, los alumnos de cinco clases serán desplazados a otros espacios del instituto, ya sea la biblioteca o la sala de usos múltiple, por poner algunos ejemplos, según han indicado fuentes del centro. Podrían ser cerca de unos 150 alumnos los que se tendrían que «deslocalizar» en caso de que la situación fuera poco menos que insostenible.

Es más, la próxima semana está previsto que los estudiantes de segundo de Bachillerato vayan culminando su curso, por lo que podría haber más espacios disponibles. Asimismo, en principio se apunta que a partir del 18 de junio, fecha en que los alumnos prácticamente ya han terminado el curso académico, los obreros ya podrán empezar en otras zonas del centro, una vez esté prácticamente vacío.

El arranque de estas obras, que se prolongarán como máximo cuatro meses, ha sido aplaudido por la asociación de madres y padres del centro. «Estamos muy contentos de que empiecen y expectantes de ver cómo se desarrollan», declaraba ayer el presidente Juan Francisco Moragues. Desde el AMPA están convencidos de que la empresa adjudicataria de las obras va a minimizar cualquier riesgo posible para la comunidad educativa.

Asimismo, la edil de Educación (las obras las paga el Consell), Patricia Macià, quiso remarcar que como Ayuntamiento «hemos puesto todo nuestro empeño y toda nuestra celeridad y hemos reclamado continuamente estas obras. Nos hubiera gustado que hubiera empezado antes».

Macià, quien mostró su esperanza de que en próximas ocasiones la Conselleria de Educación sea más ágil en este tipo de problemas, señaló también que con respecto al colegio La Paz de Torrellano está previsto que personal de dicha conselleria se traslade en breve a la pedanía para explicar en el centro el estudio patológico del forjado sanitario que se ha llevado a cabo.