Agentes de la Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsedad documental de la Comisaría de Elche han procedido a la desarticulación de una organización criminal formada por un ciudadano español, un hombre y una mujer originarios de Brasil y otro de nacionalidad colombiano, los cuales presuntamente formaban un entramado criminal destinado a traer mujeres desde Brasil para ejercer la prostitución.

Las víctimas eran engañadas con la idea de una vida mejor en España. Les prometían que a su llegada serían contratadas como camareras y podrían devolverles el dinero del billete de avión por el traslado a España que asumía la organización.

Antes de abandonar sus países de origen se les daba una serie de instrucciones y directrices para poder entrar a España mediante una ruta concreta elaborada por la red, accediendo en primera instancia a través de otros países de la Unión Europea, con controles fronterizos más laxos y así poder burlar los controles fronterizos, mucho mas férreos, en este caso de España.

Una vez las víctimas llegaban al país y aprovechando que se encontraban en absoluto desamparo y en estado de especial vulnerabilidad, los integrantes de la red les obligaban a saldar su deuda ejerciendo la prostitución.

De todo lo anterior tuvo conocimiento el Grupo de la U.C.R.I.F. de la Comisaría de Elche que, de inmediato, realizó las gestiones necesarias para la identificación de los miembros de la organización.

Organización criminal con funciones claramente delimitadas

Durante el transcurso de las pesquisas, los investigadores consiguieron averiguar cómo operaban todos los integrantes de la organización, los cuales tenían las funciones bien diferenciadas dentro de la misma.

La mujer arrestada, identificada como uno de los miembros más fuertes jerárquicamente dentro de la organización, sería la encargada de recibir a las víctimas en España y trasladarlas a la casa de citas donde les obligaría a ejercer la prostitución.

En el mismo escalón jerárquico se encontraría su pareja, quien se encargaría de tenerlas controladas bajo la amenaza de hacer daño a sus familiares.

Mas abajo dentro de la estructura criminal, se encontrarían los otros dos detenidos, quienes serían los encargados de la logística relativa a la búsqueda de alojamiento para las víctimas, traslados desde esa vivienda hasta la casa de citas o publicitar los anuncios ofreciendo sus servicios sexuales a través de páginas web o prensa escrita.

Identificados los miembros de la organización, se dispuso un amplio operativo policial formado por los integrantes del grupo de extranjeros que se saldó con la detención de sus cuatro integrantes y, por tanto, la desarticulación de la red de explotación sexual, cuyos miembros fueron puestos a disposición judicial acusados de un delito de trata de seres humanos con fines de explotación sexual y pertenencia a grupos criminal.