Más vale tarde que nunca. Las esperadas obras de reparación del instituto de Torrellano ya están aquí. Si no pasa nada, comenzarán mañana miércoles, a escasos días de las elecciones del 26 de abril, y tras prácticamente cuatro años esperando esta intervención. Continuas críticas a las administraciones, protestas de padres de alumnos, dudas sobre la seguridad del centro de cara a las personas que allí trabajan o estudian, zonas valladas e inquietud en general han jalonado los largos años en los que este centro ha tenido que ser paciente.

El edificio que acoge el centro de Secundaria sufre de diferentes patologías: fisuras verticales por dilatación de los materiales de construcción; juntas de dilatación en mal estado de la fachada de ladrillo caravista, con desplazamiento y caída de piezas; y pilares metálicos oxidados y con movimiento de las gradas de hormigón al exterior.

«Agradecer la paciencia»

«A diferencia del gobierno anterior del PP, nosotros contestamos a hechos y las obras se iniciarán esta semana. Hoy (por ayer) ha empezado a entrar material, mañana (hoy) martes 21 de mayo ya se llevarán casetas de obreros y el miércoles 22 se iniciaran las obras por parte de la empresa», señalaban ayer fuentes de la Conselleria de Educación, desde donde se remarcaba: «Entendemos el malestar de las familias y agradecemos la paciencia que han tenido».

Y es que el malestar de las familias no solo ha llegado al Síndic de Greuges, sino también al Defensor del Pueblo. En ambos casos, la Administración autonómica ha recibido un tirón de orejas ya que los padres nunca han terminado de entender cómo se ha demorado tanto una actuación. Incluso algunas familias han denunciado públicamente que, a su juicio, se habría estado ocultando datos en relación a informes acerca de la seguridad del propio edificio, máxime en un centro donde permanecen muchas horas al día una gran cantidad de menores.

Desde la Conselleria de Educación se apunta que este complejo de Secundaria de Torrellano «es un centro que tiene poco más de 10 años, un instituto bastante nuevo, y que presentara estas deficiencias de construcción es muy preocupante».

Tras ello, desde dicha conselleria se quiere poner en contexto cómo nació este centro de Secundaria: «Se construyó mediante el chiringuito en que se convirtió la empresa pública Ciegsa por parte del PP. Para empezar, se licitó por 6,7 millones de euros, un millón más de lo estaba estimado en el presupuesto de licitación. Además de construido con sobrecostes, el problema del muro demuestra que la construcción no se realizó con la excelencia que correspondía y ahora, una década después, ya hay problemas».

Según padres de alumnos, los primeros problemas empezaron a detectarse en el curso 2015-2016 y muchos continúan sin comprender cómo se ha necesitado prácticamente cuatro años para llevar a cabo todos los trámites técnicos y administrativos para solucionar un problema de este tipo.

«Durante esta legislatura, el gobierno del Botànic hemos ido actuando para garantizar la seguridad de la comunidad educativa y poner remedio a los defectos de construcción», agregan desde la Conselleria de Educación, que a su juicio resume que lo han estado haciendo estos cuatro años. Así por ejemplo, el Consell recuerda que en 2016 adoptaron diferentes medidas de seguridad con la limitación de zona de acceso del aparcamiento y del trinquete y el cierre perimetral de las fachadas del edificio. Al año siguiente, se repararon desperfectos y saneamos fachadas de la zona del trinquete y el aparcamiento. El pasado año se sacó a licitación la obra que ahora, por fin, arranca.