Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Rescate a más de 40 metros de altura en Elche

La base del pararrayos de la basílica de Santa María presenta grietas que obligan a una intervención cuanto antes para evitar riesgos

Vista del soporte del pararrayos que se puede observar desde lo alto del campanario de la basílica de Santa María. ANTONIO AMORÓS

Salvar el pararrayos principal de la basílica de Santa María de Elche. Ese es, de forma resumida y a muy corto plazo, el deseo inmediato del rector del templo, Ángel Bonavía, para evitar, sobre todo, futuros lamentos.

Y es que el soporte de dicho elemento, situado en el vértice de la cúpula mayor del templo, nada menos que a más de 40 metros de altura y de muy complicado acceso a priori, presenta varias grietas que invitan, cuanto menos, a la preocupación. Una inquietud que se agrava las jornadas en las que, como el pasado mes de abril, se sucedieron episodios de inclemencias meteorológicas, entre ellas intensas precipitaciones, fuertes vientos y aparato eléctrico.

Pero, tras este anhelo del sacerdote, que al parecer se va a atajar antes de que comiencen los preparativos para las representaciones del Misteri d'Elx de agosto, es inevitable que surjan varias preguntas aún mucho más ambiciosas: ¿Ha llegado el momento de someter al templo a una revisión exhaustiva para comprobar su estado de salud? ¿Habría fondos suficientes para sufragar las intervenciones que fueran necesarias? Y una cuestión fundamental ¿qué entidad o entidades deberían costear los desembolsos pertinentes?

Las preguntas surgen necesariamente cuando los expertos y técnicos que han recomendado intervenir cuanto antes, entre ellos Sixto Marco Lozano, Antonio Serrano Bru y Francisco Rodríguez Trives, avanzan que hasta que no se inspeccione el pilastrón y se repare no se sabrá realmente si el arreglo es solo lo que parece o requiere de una actuación de mucha mayor envergadura.

«Hasta que no lleguemos ahí no sabremos a qué nos enfrentamos», relata Sixto Marco, ingeniero industrial y responsable de Restauración, Mantenimiento y Montaje de Tramoyas en el Patronato del Misteri d'Elx. «Aparentemente es fácil resolver el problema. El problema en realidad está en acceder», apunta.

Y es que va a ser necesario contratar a una empresa especializada para que coloque en el plano cenital de la basílica un andamiaje que no dañe la cúpula y permita trabajar. Es decir, puede costar más los andamios especiales que la propia reparación en sí.

Sin embargo, los técnicos no descartan definitivamente que, una vez examinadas las fisuras, se compruebe que la intervención es más compleja de lo que se presuponía.

Y es que para empezar, la parte metálica, que puede pesar unos 4o ó 50 kilos y medir cerca de cuatro metros, se deberá sujetar bien antes de arreglar las grietas. Sin embargo, tal vez no se pueda restituir el macetón original en lo alto y haya que bajarlo a tierra, bien para solventar definitivamente el problema, bien para hacer una réplica, puesto que estamos hablando de unos elementos que al parecer datan de 1903, fecha en que Marcelino Coquillat retira la vieja cúpula, de unas 300 toneladas de peso, para colocar la nueva, más liviana, de unas 90 toneladas. Es ahí cuando se repone la veleta y el pararrayos.

«La recomposición de la boca no va a ser nada complicado, dependiendo de la penetración del pararrayos», ahonda el ingeniero industrial, el cual recuerda que cuando el acero se oxida, forma cuñas y éstas provocan las fisuras.

Aunque se tienen indicios de que estas grietas aparecieron hace años (algunos hablan que eran visibles ya en 2009 y otros hace cuatro o cinco años), todas las voces coinciden en no dejar pasar más tiempo. Y esto ha requerido comunicarlo no solo al Ayuntamiento de Elche, para que dé el correspondiente permiso, sino también a la Conselleria de Cultura, puesto que estamos ante un Bien de Interés Cultural (BIC).

Peligro

En cualquier caso, pase lo que pase, cuando llegue el momento de la intervención en el pararrayos (el templo tiene un segundo pararrayos en la cúpula menor), además de Sixto Marco estarán muy pendientes el arquitecto conservador honorífico de la basílica, Antonio Serrano, y el expatrono y arquitecto técnico Francisco Rodríguez Trives, tal y como remarca el propio Marco.

El rector Ángel Bonavía, en cualquier caso, también insta a que se arregle cuanto antes, a erradicar cualquier peligro de caída y coincide plenamente con el trío de expertos que desde hace años tratan de mimar, con los medios que les dejan, este envoltorio, no solo espiritual, sino también cultural, que es el principal templo de Elche. Templo que acoge un Patrimonio de la Humanidad y del que las instituciones públicas sacan pecho, además de hacer repetidos llamamientos para proteger y conservar este bien.

Sin embargo, desde algunos sectores del Patronato del Misteri, que reconocen que Ayuntamiento, Diputación y Generalitat aportan destacados fondos y otro tipo de ayudas no monetarias para La Festa, consideran que antes o después, además del Obispado, todos deberían sentarse para definir cómo salvar no solo un pararrayos, sino todo un conjunto arquitectónico medieval que es todo un símbolo de Elche.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats