La Asociación Ilicitana de Trastorno del Espectro Autista y del Lenguaje (Aiteal) reivindica que la terapia ocupacional se instaure en los colegios de Elche al mismo nivel que se prestan servicios como Logopedia o Psicopedagogía. Un proyecto piloto puesto en marcha desde principios de año en el centro de educación especial Virgen de la Luz «está demostrando el avance en integración sensorial de los jóvenes, lo que permite que puedan centrar su atención en las enseñanzas que les prestan, superando la hipersensibilidad que padecen a ciertos factores externos que perciben a través de los sentidos», expone la presidenta de Aiteal, Laura Gómez.

«Como asociación, queremos que la terapia ocupacional se vaya expandiendo en los colegios poco a poco, puesto que todos los centros tienen necesidad», explica Gómez. En concreto, este tipo de atención trata sobre los aspectos que impiden la concentración y la atención de escolares con distintas discapacidades. «No se trata solo de niños con autismo. Existen numerosas discapacidades que pueden provocar déficit de atención. Incluso hay niños sanos que pueden mejorar su capacidad de concentración gracias a estas terapias, poco conocidas en España pero muy desarrolladas en otros países», apunta la presidenta de Aiteal.

El proyecto inicial que se está llevando a cabo en el colegio Virgen de la Luz cuenta con una terapeuta del Centro de Terapia Interfamiliar, Elena Ochoa, que comenzó su labor en enero. «A diario, acude al centro durante cuatro horas y atiende a doce niños a nivel de integración sensorial. Estos chicos padecen hipersensibilidad táctil y a sonidos, principalmente, y la finalidad de la terapia es que puedan superar este problema para que estén preparados para aprender otras cosas», expone Gómez. Realmente «es muy difícil que puedan enseñarles algo si están molestos con el tacto de su ropa, por ejemplo, o con los ruidos de la clase. No se pueden concentrar en aprender y con estas sesiones de terapia se consigue que se sobrepongan a sus miedos».

Resultados piloto

Al finalizar su trabajo, la terapeuta se reúne con los tutores para recomendar una serie de pautas, se valora su comportamiento en el aula y en el patio, «realizando un estudio de los resultados que también puede ser muy interesante para los profesores de la Universidad Miguel Hernández que analizan el valor de la terapia ocupacional en niños autistas o con otras discapacidades», asegura la responsable de Aiteal.

El proyecto piloto «no se puede quedar en eso», señala Gómez, quien pretende que «la terapia ocupacional sea impulsada a nivel municipal y consigamos que en todos los centros educativos públicos de Elche haya una terapeuta que trabaje con los niños como un servicio pionero». La experiencia actual «está siendo muy satisfactoria para los padres del Virgen de la Luz», pero la asociación «no tiene recursos suficientes. Este primer proceso se ha realizado gracias a una subvención de la Obra Social de La Caixa, a la cual agradecemos su esfuerzo, pero es necesario destinar más fondos para que verdaderamente podamos llegar a ser pioneros en este tipo de atención».

Viviendas tuteladas

La no existencia en Elche de residencias para personas con discapacidades graves y la saturación de las de referencia como el centro Infanta Leonor de Alicante, mantienen en vilo «a numerosas familias ilicitanas, que ven cómo sus hijos cuando cumplen 21 años, tienen que volver a casa porque ya no pueden acudir al colegio público Virgen de la Luz», apunta la presidenta de Aiteal, quien señala que «personas con autismo muy severo, o cualquier otra discapacidad grave, deben contar con terapeutas especiales y las atenciones necesarias, y las familias no pueden prestárselas». Por ello, desde la asociación demandan una residencia adecuada en Elche o que se habiliten viviendas tuteladas para atender la problemática de las familias.

La asociación

Aiteal ha cumplido recientemente una década en Elche y en la actualidad cuenta con más de 200 socios. No existe un censo con el número de personas afectadas por el autismo en la ciudad, pero la creación de la asociación ilicitana da una idea de la necesidad de atención que tienen numerosas familias. «Nuestra idea fue desde el principio crear una asociación integral, que trabaje en grupo con actividades lúdicas dirigidas a que las personas afectadas por autismo trabajen todo, desde sus emociones a la comunicación, la creatividad, la iniciativa o las habilidades sociales», explica Laura Gómez. Para cumplir sus objetivos, Aiteal organiza salidas de ocio, cuenta con un taller de teatro, otro donde se edita una revista digital o un programa de radio.

Esta asociación ilicitana se reúne cada viernes de seis a ocho de la tarde en el centro polivalente del barrio de Carrús, donde también acuden los sábados por la mañana, entre las 10.30 y las 12.30 horas. Allí realizan sus talleres y participan en sus actividades junto a familiares y voluntarios que no padecen la enfermedad y con los que sociabilizan. «Hasta el momento no hemos podido ser una asociación asistencial, ya que no disponemos de una sede. Quizás en un futuro...», concluye Laura Gómez.