Si usted vive o paseo por el centro de la ciudad, probablemente ya se haya cruzado con ellos en más de una ocasión. Van con luces, casos y se deslizan sobre ocho ruedas -con permiso de los más «pro», que las reducen a seis-. El patinaje en línea está de moda. Elche suma cada vez más adeptos a este deporte, y todo gracias al impulso de un grupo de usuarios que, desde hace algunos meses, recuperaron las rutas de iniciación para principiantes y también debido al trabajo de los diferentes clubes de la ciudad, que cuentan incluso con escuelas para aprender perfeccionar la técnica. Se trata de una manera de socializar, ya que suele hacerse en grupo, y hay modalidades para todos los públicos. Desde la puramente recreativa, que se limita a recorrer la ciudad como una forma de aunar el entretenimiento con la práctica deportiva, a otras más profesionales, como el patinaje agresivo, de velocidad y hasta el artístico. Pero, ¿qué opciones tiene alguien que quiera aprender a patinar y adentrarse en la práctica de este deporte en Elche?
Las redes sociales se han convertido en un mecanismo esencial a la hora de crear comunidad, fomentar las salidas de patinaje en la ciudad y para sumar nuevos adeptos. Los usuarios se organizan en grupos de Facebook y Whatsapp para organizar quedadas. «Patinaje en Elche» es el más numeroso y el que mayor actividad registra. Allí se publican las diferentes rutas y eventos relacionados con el patinaje que tienen lugar en la ciudad, e incluso en poblaciones limítrofes. Entre estas actividades, destacan dos citas clave, que se han convertido en fijas cada semana, y que tiene la bandera del Paseo de la Estación como punto de encuentro: la ruta de los martes, para un nivel intermedio, y la conocida como «ruta luciérnaga», para principiantes, que se desarrolla los jueves.
Detrás de ellas está Javier Collado, quien administra el único establecimiento especializado de la ciudad, RollElx. «El Club de patinaje organizaba rutas hace años, pero se perdieron. A finales del año pasado empezó a venir gente a la tienda que me pedía recuperarlas. Empezamos a organizarlas, en principio con vista a hacerlas cada dos semanas pero tuvo muy buena acogida y finalmente se hacen semanalmente», señala. Estas rutas, a las que puede acudir cualquiera libremente, cuentan con patinadores expertos, que van ayudando a aquellos con menos habilidades -sobre todo en la de iniciación-, a la hora de realizar frenadas, bajar cuestas, etcétera, con el objetivo de que puedan ir aprendiendo de forma paulatina. En estas citas no importa tanto la habilidad del patinador sino las ganas de salir de ruta, socializar y practicar deporte. «Intentamos echar un cable a la gente para que se lo pasen bien, aprendan y nadie se frustre al principio. Adaptamos la ruta al nivel del grupo. tenemos gente que empezó en enero con la de iniciación y ahora va también a la intermedia, e incluso a una de gente con mayor nivel, que llevan años patinando, que también se hace los jueves», señala. «Esta semana es el mejor ejemplo. El jueves vinieron dos personas nuevas a la ruta de iniciación, y otras dos probaron por primera vez en la superior. Si hay gente, como está pasando en los últimos meses, que va entrando desde abajo, el círculo se retroalimenta»-
El patinaje de recreo suele ser la vía del entrada al universo «roller». En este sentido, también hay cursos de formación como los que realiza la escuela del Club de Patinaje Elche, que comenzó su andadura hace unos años. Existen cursos para todos los niveles, con el fin de que los usuarios conozcan las nociones básicas para aprender a dar los primeros pasos y de perfeccionar técnicas, aprender giros, derrapes y otras maniobras para mejorar la movilidad.
El club da clases en numerosos colegios de la ciudad, que sirven también de cantera para los equipos de hockey o las modalidades artísticas y de velocidad, que también desarrollan. El Club Siluetas es otro de los que se han creado en la ciudad, y está especializado en la modalidad artística. Por su parte, el Club Hélike tiene su acento en la de velocidad, y ofrece rutas de entrenamiento abiertas los sábados.
Para quienes prefieren practicar por su cuenta la «pista azul» de la UMH (destinada a la práctica de hockey), es el punto de encuentro más común. Muy transitadas también, por la ausencia de tráfico y la amplia red de carril bici, son tanto la Ronda Norte como la Ronda Sur. El entorno urbanizable de la UMH es otra de las pistas preferidas, gracias a la gran variedad de cuestas y terrenos para practicar diferentes técnicas. Aunque, eso sí, para un buen «roller» cualquier lugar y excusa es buena para patinar.
