Que los escolares acudan a su centro educativo en bicicleta, de una forma segura, y contribuir así a visibilizar y fomentar el uso de este medio de transporte en la ciudad. Este es el objetivo del «Bici-Bus», una nueva iniciativa que ha puesto en marcha la Concejalía de Movilidad y que cuenta, en las primeras pruebas que empezaron hace solo unos días, con una decena de alumnos del IES Cayetano Sempere, que han cambiado el autobús tradicional por los pedales. Se trata de un programa pionero que, aunque arranca en pruebas, tiene como objetivo estudiar la viabilidad de esta medida y expandirla a otros centros educativos de la ciudad. Agentes de la Unidad Ciclista de la Policía Local de Elche, junto a monitores de una empresa contratada para este fin, acompañan durante todo el recorrido a los alumnos, desde que los recogen en las proximidades de su vivienda hasta que llegan al centro, y también en el camino de vuelta a casa. Una forma de que «los padres confíen en el proyecto, garantizar la seguridad de los alumnos y que ellos cojan soltura para, después, que puedan coger la bici durante su tiempo libre y el resto de desplazamientos que realizan por la ciudad», según explicó a este diario la edil de Movilidad, Esther Díez.
Este «Bici-Bus» tiene dos «líneas», una que comienza en Altabix, en las proximidades de la Jefatura de la Policía Local, y otra en Mariano Benlliure. A partir de ahí, y teniendo en cuenta los alumnos que se han apuntado a esta primera prueba del servicio, se ha desarrollado un itinerario, cercano a sus casas, en el que los monitores van recogiéndolos, de camino al centro educativo, y que sea lo más seguro posible. De hecho, en su camino hacia el Raval, por ejemplo, se cruza todo el carril bici de la ruta de El Palmeral, que es peatonal, y se continúa por el Hort del Monjo, también separado de la circulación de vehículos, hasta el barrio. Los operarios llevan un dispositivo móvil con una aplicación específica con el nombre de cada alumno y la parada en la que han de recogerlo, y a medida que lo hacen, lo van marcando en el dispositivo para que los padres, al momento, sepan si su hijo se encuentra ya de camino al instituto. El monitor puede marcar incluso varias incidencias: si se ha ausentado, si no lleva casco, si no ha podido recogerlo por un problema mecánico de la bici, etcétera. Un agente de la Unidad Ciclista completa el operativo de seguridad, al menos al principio, hasta que se asiente la medida. Un casco y un chaleco reflectante completan las medidas de seguridad.
El Ayuntamiento, a través de la empresa Movus, que es quien gestiona el servicio de «Bici-Bus», también proporcionará una bicicleta a aquellos usuarios y usuarias que no dispongan de una, para que esto no sea un impedimento a la hora de acceder al servicio. «A mí me obligó un poco mi madre, no estaba muy convencida, pero después de unos días la verdad es que lo he agradecido. Estoy muy contenta, es una forma diferentes de llegar, y madrugamos menos que si viniéramos en bus», señaló una usuaria del servicio. «Cuando nos contaron la idea desde el instituto, me pareció una buena forma de venir, porque venimos acompañados y así es más seguro. No estaba muy acostumbrado a usar la bicicleta, y ahora la usaré más», señaló otro alumno.
Ampliación
La decisión de acotar este programa piloto a estudiantes de cuarto de la ESO pasa por la necesidad de «al principio, contar con un número reducido para crear rutas seguras, que no estén masificadas para que el pelotón no sea muy amplio, y ver cómo evoluciona para ver cómo podemos ampliarlo», explicó la edil. El hecho de elegir el IES Cayetano Sempere para el experimento tampoco es casual. Alrededor de él hay otros dos institutos más, el IES La Asunción y el Pedro Ibarra. El director del IES Cayetano Sempere, Miguel Ángel Ferrández, señaló que el compromiso con la movilidad sostenible viene de lejos. Dentro del centro, nada más entrar, hay un aparcamiento de bicis y sus alumnos reciben, dentro del programa educativo, formación y talleres para mantener el vehículo.
