En Altabix el dicho de que «hace más el que quiere que el que puede» se cumple. O al menos se está en ello. Y es que la Asociación Vecinal Barrio Obrero de Altabix ha decidido lanzarse a nuevos proyectos y retomar otros. Como por ejemplo, reactivar lo que denominan OVAC, que es la Oficina de Atención Vecinal al Conflicto. Que una humilde asociación vecinal haya tenido y vuelva a reabrir próximamente, esta vez con más fuerza si cabe, un servicio de este tipo dice mucho de ella.

Hace un par de años se puso en marcha junto a Educare Social, pero al depender de voluntarios el proyecto se fue diluyendo. Sin embargo, la asociación cree que ahora es un buen momento de rescatar esta iniciativa porque ya no depende del horario del centro social del barrio, puesto que la asociación vecinal dispone de un espacio con acceso independiente y horario flexible.

«Básicamente se trata de resolver problemas de, por ejemplo, comunidades de propietarios, o de ruidos de perros, para que no haya que acudir a los tribunales», señala José Luis Sola Marín, que encabeza la nueva junta directiva de esta asociación y que recientemente ha sido elegida. Le acompañan Ana Barragán como vicepresidenta, Toñi García como tesorera y Fernando García-Casarrubios como secretario.

Asimismo, se han modificado los estatutos de la entidad vecinal, que incluyen el cambio de su denominación para adaptarlo al lenguaje inclusivo (antes solo aparecía el genérico masculino), y se ha vuelto a apostar por solicitar la cesión por otra década de la gestión parcial del huerto de La Cuerna, que ha revitalizado el barrio. Por otra parte, según la nueva junta directiva, se va a seguir apoyando al comercio de proximidad y trabajando para fomentar la participación y el bienestar de las personas que viven en el barrio.