Un cercado metálico y anclado en el suelo para reforzar la seguridad en la ladera del Vinalopó tras la grieta en el Molí Real. Es la nueva medida que ha puesto en marcha el Ayuntamiento para evitar riesgos ante nuevos despredimientos o corrimientos de tierra en la zona en un enclave muy concurrido a diario por deportistas y donde comienza, además, el sendero que conduce hasta el Pantano.
Tras instalar hace dos semanas unas vallas de plástico bajo el antiguo inmueble, el cauce del río cuenta desde hace unos días con este tipo de mallazo que permanecerá allí hasta que el Ayuntamiento determine qué tipo de actuación o de rehabilitación precisa el terreno para asegurar la antigua construcción.
Por el momento, una empresa externa y especializada en estas obras se encargará de realizar un estudio geotécnico de la zona para valorar los daños y poder redactar así el proyecto definitivo para reparar la grieta de más de cinco metros de altura que se ha abierto en la ladera, visible incluso desde el otro lado del puente del Ferrocarril, que ha encendido las alarmas en Elche.
Los corrimientos de tierra producidos han acabado dejando sin apoyos y suspendida en el aire una esquina del antiguo Molí Real, un Bien de Interés Cultural (BIC), que cuenta con la máxima protección urbanística. Sin embargo, esta situación que se ha agravado tras el último temporal, ya había sido detectada por el ejecutivo local años atrás.
Un muro con «terrazas»
De hecho, en 2017, cuando el Ayuntamiento aprobó destinar 200.000 euros a poner en valor este punto y a consolidar la ladera, el área de Patrimonio redactó un anteproyecto, que obtuvo incluso el visto bueno del Consell. La idea que entonces se planteó pasaba por realizar un muro de contención de mampostería, formando «terrazas», y realizar una impermeabilización de la acequia mayor del Pantano, cuya agua también puede estar deteriorando el terreno y contribuyendo a que se abra más la grieta.
A partir de ahí, una vez que el ejecutivo local tenga sobre la mesa el estudio especializado, tendrá que decidir si realiza o no esa actuación que llegó a plantear hace dos años, antes de que se agravara el problema en la ladera, y que quedó guardada en un cajón.
Otra de las medidas que hace una semana decidió tomar el tripartito ante la preocupación generada ha sido la de cerrar el Molí Real a la Asociación de Bellas Artes, donde acudían hasta antes de la Semana Santa a diario para realizar talleres de pintura. La incógnita ahora es cuándo se volverá abrir el emblemático inmueble.
