Las profundidades del corazón de la ciudad han sacado a la luz mucho más que vestigios del pasado. También han servido para dar una idea de la alta tasa de mortalidad infantil que había hace más de diez siglos. Ejemplo de ello han sido los más de 70 cuerpos de niños enterrados junto al Mercado Central, lo que supone el 60% de los esqueletos encontrados en toda la plaza de la Fruita.

Los restos óseos de menores de doce años de edad predominan en esa zona de enterramientos de época islámica, que data de los siglos XI, XII y XII. En total, han sido 120 los cuerpos que han salido a la luz en la ya concluida tercera fase de las catas arqueológicas del edificio de abastos, en cuatro niveles del subsuelo. Una cifra llamativa, que sin embargo, es habitual encontrar en los cascos antiguos de las ciudades, tal y como señaló ayer el edil de Urbanismo, José Manuel Sánchez, tras ponerse en contacto con los arqueólogos del proyecto.

Fue en enero cuando comenzaron a aparecer los primeros cuerpos, bajo un mismo patrón: el esqueleto sin ajuar, en su día envuelto en sudario, en decúbito lateral, con orientación Sur o Sureste, depositados en una fosa con adobes con suelo de cal. Y a partir de ahí, cada semana, la cifra ha ido en aumento. Todos ellos ya han sido retirados de la plaza de la Fruita.

Por debajo de los restos óseos también han aparecido silos para conservar el agua del siglo X y «basura de la época, que los arqueólogos consideran que se trata de un importante material a estudiar», apuntó Sánchez. Junto a esa riqueza patrimonial destacan los aljibes del siglo XVIII y XIX, así como construcciones de época islámica, la mayoría derruidas.

Tras un año y cuatro meses con la calle patas arriba para estudiar el subsuelo y determinar si existen restos de valor como para ser protegidos o no, todavía queda una zona por excavar que podría ser determinante.

Se trata del frontal del edificio de abastos, junto a los Baños Árabes, pendientes de declararlos Bien de Interés Cultural (BIC). En este punto, cuyo estudio corresponderá a una cuarta fase, los ojos están puestos en si aparece el antiguo leñero y un horno.

Según el edil del área, los arqueólogos tiene localizados los frentes de la antigua muralla del siglo XI, pero no por las actuaciones del Mercado Central, sino por otras ya realizadas, como las del Museo Arqueológico y de Historia de Elche (MAHE), en la calle Trinquete y en la ladera del río, donde se quiso construir un aparcamiento.

Tras las elecciones

El pasado jueves, la empresa arqueológica dio por finalizados los trabajos en esta calle. A partir de ahí, la mercantil tiene un mes para enviar a la Conselleria de Cultura la memoria con el resultado detallado de los restos encontrados, lo que servirá para determinar si el proyecto puede avanzar. De este modo, Aparcisa dejará en manos ya del próximo Consell la decisión sobre los hallazgos, al celebrarse este domingo las elecciones autonómicas.

El futuro Gobierno valenciano tendrá en su tejado este cometido, pero también el gobierno local que se forme en Elche tras las elecciones del 26 de mayo tendrá que decidir cómo resolver uno de los asuntos más enquistados de la ciudad, que lleva paralizado una década. La aspiración de Aparcisa es derribar el edificio de abastos nada más el Consell haga su valoración de las catas que acaban de terminar.

«Las catas deberían haberse hecho antes de adjudicar nada»

Acaba el mandato, pero no finalizan las catas arqueológicas para saber si se puede hacer o no el Mercado en Elche. Tras cuatro años de excavaciones todavía queda una cuarta fase y se desconoce cuándo y cómo se debe hacer. El edil de Urbanismo, José Manuel Sánchez, quien ayer celebró la última comisión del área como concejal, volvió a reivindicar que las «excavaciones deberían haberse realizando antes de adjudicar el proyecto», porque «son obligatorias por ley». Descartó, por lo tanto, que el gobierno municipal «haya paralizado nada». Sin embargo, aseguró que desconoce si el ejecutivo local va a pedir al Consell buscar el refugio de la Guerra Civil tras haber acabado las catas, tal y como se aprobó en el pasado pleno.