¿Acaso tiras las colillas al suelo de tu casa? ¿Tienes un cenicero en cada habitación cuando te mueves con un cigarrillo encendido? ¿Sabes el efecto que causa encontrarte una playa plagada de restos de pitillos? Estas preguntas podrían hacérselas aquellos incívicos que se escudan en que ya se paga a los servicios de limpieza están para recoger los desperdicios del suelo o en criticar la falta de papeleras en la vía pública para justificar siempre el lanzamiento de colillas a la calle o enterrarlas levemente en la arena.

Precisamente, pensando en estos ciudadanos que ignoran hasta qué punto están perjudicando la imagen y, sobre todo, el medio ambiente del municipio ilicitano, el Ayuntamiento y Urbaser, la empresa concesionaria del servicio de recogida de residuos sólidos y limpieza viaria en Elche, acaban de lanzar una nueva campaña de concienciación.

Más que la frase escogida: «No tires las colillas al suelo», lo que se busca es llamar la atención del viandante gracias a un contenedor transparente lleno de nada menos que de 35.000 colillas, las mismas que de media cada día se recogen de la vía pública de la ciudad y las partidas rurales.

Itinerante

Este contenedor va a permanecer itinerante durante estas semanas por distintos lugares, también en Arenales del Sol, donde ya ha empezado a notarse el aluvión de turistas.

Curiosamente, tal y como apuntaba ayer el delegado de Urbaser en Elche, Alberto Bleda, algunos de los puntos del municipio donde más colillas se registran es a las puertas de los dos hospitales. Ahí aparecerá esa urna transparente, así como en mercados y centros cívicos y sociales.

El alcalde de Elche, Carlos González, avisaba por su parte de las «consecuencias ambientales graves» que tiene esta mal hábito. Así por ejemplo, cuantificó en un millón de colillas al mes las que se tienen que limpiar de las calles ilicitanas, para recordar a continuación que estos restos de cigarrillos tardan entre 10 y 15 años en degradarse.

«El problema con los restos de cigarrillos tiene dos vertientes: una, la necesidad de mantener limpia Elche y, la otra, de dimensión más valiosa, evitar la contaminación ambiental», insiste el regidor ilicitano, quien espera que con esta iniciativa el colectivo fumador tome conciencia de lo mucho que puede ayudar y prestar su colaboración en beneficio de todos.

Para dejar constancia de la huella negativa que pueden dejar los fumadores, basta decir también que un solo cigarrillo puede contaminar 50 litros de agua de agua dulce, y entre 8 10 de agua salada. En el municipio ilicitano hay repartidas más de 3.200 papeleras, más de 600 contenedores de papel y otros tantos para envases.

El alcalde ilicitano expresaba además que el objetivo de la campaña, es que los ilicitanos «percibamos que nuestra actitud individual y compromiso personal contribuye, de forma decisiva, a mantener limpia Elche», por lo que ha instado a que tengamos una localidad en la que los efectos medioambientales de nuestro comportamiento «se minimicen».

«Pretendemos visualizar en esa urna el problema», agregaba por último Alberto Bleda.

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