Con las luces de la vía pública apagadas, y con el acompañamiento de unas 10.000 personas que portan velas, sale a la calle cada Jueves Santo la conocida en Elche como la Procesión del Silencio. En ella participa la imagen del Santísimo Cristo de la Misericordia, que es una de las más antiguas de las que se tienen noticias documentales en la iglesia de Santa María.
Para la Cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia resulta fundamental la colaboración de los locales comerciales y del Ayuntamiento para conseguir crear el ambiente de recogimiento de esta procesión ilicitana. En este sentido, el presidente de la entidad, José María Ruiz, destaca que «siempre contamos con la colaboración del Ayuntamiento, que apaga el alumbrado público, y de muchos comercios tradicionales, pero hay establecimientos de hostelería o locales con sistemas de alarma que no pueden apagar las luces».
Esta cofradía cuenta con unos 120 personas y el paso lo llevan 70 costaleros. El trono del Santísimo Cristo de la Misericordia se realizó en Sevilla en 2007 por los Hermanos Caballero González y la orfebrería se encargó a Orfebrería Miguel de los Ríos. El paso está realizado en madera de cedro real y tiene cuatro hachones de bronce a las esquinas, a los que se incorporan velones rojos de cera. Antiguamente se portaba en un trono realizado en Elche, en 1984, por Jesús Peña Escamez y José Aniorte, que también llevaba 4 candelabros de bronce en las esquinas.
La primera referencia que se tiene en Elche de la imagen del Santo Cristo es del año 1602, cuando aparece citado en una visita pastoral realizada por monseñor Hieroni Rois, quien fue un visitador nombrado por el obispo de Orihuela Josep Esteve. Los expertos recuerdan que en esa fecha la iglesia de Santa María era la anterior a la que existe en la actualidad, es decir, el templo de estilo renacentista que fue levantado a partir de 1492.
El documento en cuestión indica que la capilla del Santo Cristo era la segunda del lado de la epístola y que pertenecía a la familia noble ilicitana de los Sarria. En dicha capilla el visitador episcopal contempló «un altar ben adornat, ab un guardapolvo de guadamasil sobre el cual hay un Cristo crusificat ab un dosel damunt, ab desensia».
En esta capilla del Santo Cristo se levantada la tribuna que el obispo de la Diócesis de Orihuela utilizaba para contemplar las representaciones de Misteri d'Elx en el siglo XVII.
