La Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón celebra este año su treinta aniversario. Una efeméride para la que el colectivo está organizando una celebración religiosa que se llevará a cabo en el mes de mayo, con un concierto extraordinario, que acogerá la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, desde donde saldrá la procesión de la cofradía el Martes Santo.
A lo largo de sus treinta años de historia el Santísimo Cristo del Perdón ha conseguido liberar a 27 presos, que han sido indultados. Una acción que esperan que se repita este año. El presidente de la cofradía, Matías Mollá, explica que «hemos solicitado el indulto como todos los años, cumpliendo todos los trámites necesarios, y ahora estamos a la espera de la decisión que adopte el Ministerio de Justicia».
Durante los dos últimos años la Administración de Justicia ha denegado las peticiones de indultos realizadas por la entidad religiosa. No obstante, añadió Matías Mollá, «tengamos o no tengamos indulto, seguiremos realizando el acto que llevamos a cabo todos los años cuando la procesión llega a la Plaça de Baix».
Por otro lado, la cofradía acaba de dar a conocer a las personas a las que ha encomendado los cargos de honor. El portaestandarte va a ser Jonathan Mortes, que es nieto del fundador de la Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón. Las damas acompañantes van a ser Fali Alcolado y María Luisa Porrillo.
El Martes Santo, como viene siendo tradicional, la Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón contará con el acompañamiento de los legionarios de la Séptima Compañía del Cuartel de Viator, en Almería.
Historia
La Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón empezó a funcionar en 1990, cuando salió en procesión. En su momento fue la prolongación de la desaparecida Cofradía del Beso de Judas, que participó en los desfiles procesionales desde 1984 hasta 1989.
Desde el primer año sale el Martes Santo a las 23 horas y, cuando llega a la Plaça de Baix, realiza el acto de indulto a un preso, siendo una de las pocas cofradías que lo ha conseguido durante las últimas décadas.
Desde el principio ha estado vinculada, y de manera muy especial, a la Legión, y es por lo que se desplaza para ese día una pequeña representación que le canta el himno de la Legión y custodia el Cristo en su procesión, llevado a hombros por sus costaleros y acompañado por sus mantillas.
