Tanto el restaurante del Parque Municipal como la cafetería del parque deportivo Emilio Villanueva permanecerán cerrados. Ningún empresario ha mostrado interés por dos establecimientos que están situados en pleno pulmón de Elche, por lo que no ha habido más remedio que declarar desiertos sus expedientes de concesión. Pese a los esfuerzos que ha llevado a cabo el Ayuntamiento para reabrir el restaurante y la cafetería, situados en la zona más turística de la ciudad, cerrados desde enero de 2018, ningún hostelero ha querido dar el paso al frente y aceptar el encargo realizado por el gobierno.

Tras declararse desiertos ambos expedientes, los técnicos municipales tendrán que encargarse ahora de redactar los pliegos de condiciones para sacar a licitación de nuevo ambos restaurantes. La oferta era una concesión por 25 años. El primero se pagaría 14.000 e iría subiendo hasta los 57.000, a partir del séptimo, diez mil euros menos que lo que se pagó por el último licitador. En caso de que este segundo intento llegue a buen puerto, el desenlace nunca se produciría antes del fin de la actual legislatura, por lo que esta situación continuará encallada durante algunos meses más.

Especialmente negativa es la situación del restaurante del Parque Municipal, ubicado en un lugar emblemático en pleno Patrimonio de la Humanidad y que lleva vacío desde hace más de un año. Convertido en un quebradero de cabeza para el Ayuntamiento, el equipo de gobierno ha intentado encontrar solución a este problema con el envío de más de un centenar de cartas a empresarios y asociaciones hosteleras, algo que, tras confirmarse ayer el cierre del expediente de concesión, no ha tenido el resultado previsto inicialmente.

El pasado mes de enero se cumplió un año del cierre del restaurante y la cafetería tras el concurso de acreedores en el que se vio envuelta la cooperativa Dátil d'Or, que tenía vigente la concesión hasta el año 2026, una concesión por la que pagaba un canon de 70.000 euros al Ayuntamiento. Tanto los partidos de la oposición como numerosos vecinos de Elche han manifestado en más de una ocasión sus quejas por el hecho de que dos establecimientos en pleno Palmeral permanezcan cerrados, tanto por el perjuicio que este hecho genera a la imagen de la ciudad como por la basura que se acumula puntualmente en su entorno. La patronal de Turismo también se ha sumado a estas quejas y ha pedido la reapertura de los dos establecimientos.

Los expedientes de concesiones se declararon desiertos ayer durante la junta de gobierno local, según anunció la portavoz municipal Patricia Macià. La junta también sirvió para que se aprobara la solicitud de trasladar a la Conselleria de la Ciudad que el nuevo instituto que se construirá en la zona del barrio de El Pla y el Sector V llevé el nombre del periodista Vicente Verdú, al que el Ayuntamiento nombró el pasado sábado hijo predilecto a título póstumo.

Verdú falleció el pasado agosto y el alcalde, Carlos González, ya anunció en el acto institucional que se llevó a cabo la pasada semana en el consistorio ilicitano la intención de bautizar al instituto con el nombre del recordado escritor para que «su recuerdo permanezca vivo en la actividad del día a día de la ciudad», tras haberlo acordado así con las asociaciones de periodistas e informadores locales.

Aunque no estaba en el orden del día, durante la junta de gobierno de ayer también se trató una de las grandes polémicas que esta semana han sacudido la actualidad municipal, la lona gigante con la que los placeros y Aparcisa exigieron el pasado lunes el Mercado. Macià siguió la misma línea iniciada por el alcalde González, que acusó a Aparcisa de querer convertirse en otro actor político, y aseguró que la concesionaria del nuevo edificio «ha entrado en campaña» con el conflicto del Mercado.