Un estudio realizado por Ineca para la Diputación sobre el impacto que tiene la celebración de la Semana Santa, revela que la fiesta mueve un total de 191 millones de euros al año, de los que 60 millones de euros están vinculados directamente al sector turístico. Elche está a la cabeza de la provincia, con 22 millones, por delante de Alicante (21,3), Torrevieja (9,7) y Orihuela (9,4). Cerca de 900.000 alicantinos participan en las procesiones y actos que se celebran en torno a la semana de Pascua, cuyos desfiles procesionales contemplan todos los años a 225.000 turistas.

Visitantes que, si bien no llegan a la Costa Blanca atraídos por la semana de Pasión, si ven en la Semana Santa una oferta complementaria que hay que promocionar como un nicho más de mercado turístico, según apuntaron ayer los profesores de la Universidad de Alicante, Joaquín Melgarejo y Antonio Aledo, autores del trabajo realizado en 2018. El presidente de la Diputación, César Sánchez, subrayó que «esta celebración, con gran tradición en muchas de nuestras poblaciones, complementa nuestra oferta turística, aportándole un valor añadido, y nos permite desestacionalizar y desconcentrar la llegada de turistas. También moviliza al visitante, atraído por un turismo cultural, patrimonial y de interior».

El informe, el primero que se realiza sobre la Pascua, analiza los perfiles de personas que disfrutan de esta celebración y los separa en turistas urbanos, quienes han conseguido revitalizar esta fiesta, fundamentalmente en las ciudades, turistas recreativos, que permiten desestacionalizar y diversificar la oferta con respecto al visitante convencional, excursionistas religiosos, que ayudan a activar el tejido turístico de los municipios próximos al interior y turistas residenciales, con los que se aumentan las propuestas complementarias al sol y playa.

Elche, Orihuela o Crevillent, cuyas manifestaciones relacionadas con la Semana Santa son de Interés Turístico Internacional, copan el protagonismo de esta celebración en la provincia, junto con la localidad de Callosa del Segura y su Pasión, declarada de Interés Turístico Nacional. Alicante, Benidorm, Guardamar del Segura, Aspe, Torrevieja, Almoradí, Catral o Rojales son otros de los municipios que durante este periodo incrementan la llegada de visitantes, así como su impacto en la economía local. Se estima que solo ellos acumulan un efecto de más de 60 millones de euros y que los alicantinos mueven unos 125 millones.

El público que asiste a las procesiones en sus lugares de residencia se cifra en 887.500 personas, mientras que el de excursionistas que no pernoctan refleja un total de 225.000, con un efecto económico en las principales poblaciones de relevancia de esta festividad e 22 millones de euros.

El presidente de Ineca, Rafael Ballester, subrayó que «con este estudio hemos querido hacer una primera valoración de la repercusión de la Semana Santa basándonos en datos cuantitativos mediante una serie de entrevistas y encuestas por parte de nuestro equipo técnico que nos ha puesto de manifiesto los impactos directos e indirectos».