El MACE inauguró ayer a las 19 horas en su sala de exposiciones temporales la exposición "El mal en mí" de Susana Guerrero.

El Museo de Arte Contemporáneo de Elche vuelve a dar protagonismo al arte femenino en su programa de exposiciones temporales, buscando no solo el equilibrio entre distintos formatos y temáticas, sino entre exposiciones colectivas y artistas masculinos y femeninos. En esta ocasión, el MACE organiza una exposición de Susana Guerrero, una de las artistas ilicitanas más activas y con más reconocimiento a nivel nacional e internacional, con exposiciones en el Museo de Antioquía (Medellín, Colombia), Galería Thomas Jaeckel (Nueva York, EE.UU), Palazzo Regio Cagliari (Cerdeña, Italia), Tanzfakture (Colonia, Alemania) o la Fábrica de Arte Cubano (La Habana, Cuba).

La exposición "El mal en mí" supone un recorrido por los últimos 7 años de creatividad de Susana Guerrero. La sala de exposiciones temporales del MACE muestra 25 esculturas, 1 instalación, 10 dibujos, 2 grabados (xilografía y collagraph) y 2 instalaciones de xilografías sobre piel y cerámica.

Susana Guerrero posee una hermenéutica personal sobre la que construye y modela una nueva mitología contemporánea. Su crisol estético fusiona materiales, texturas y cromatismos construyendo un lenguaje simbólico de tensión poética que conecta la experiencia visual con la sensitiva y emocional.

Las 40 obras que componen la exposición tienen como hilo conductor un dolor que vincula mitos, leyendas, supersticiones y tradiciones populares con la antropología de la experiencia y la narración de lo cotidiano. Siempre, con un lenguaje poético y simbólico que permite apreciar su ritual personal en el proceso creativo y la fuerza expresiva de sus obras.

La exposición "El mal en mí" aúna obras de la serie ¡No me cortes la cabeza!, decapitadas vivas que sanan sus heridas con mirra y sobreviven a su decapitación; obras de la serie Leche negra, manantial de muerte, que hablan de la hembra nutricia con su poder de dar y quitar la vida; La madre y el tiempo, que disecciona los órganos maternos y los caminos de venas y arterias que recorre la sangre; y la serie La Desollada, con las piezas de la Desollada, el mal en ti, el mal en mí (de la que toma nombre la exposición).

Cuando Susana Guerrero habla de sus obras no faltan en su vocabulario palabras como vísceras, sangre, desolladas, decapitadas, dolor o muerte, términos no del todo amables que en ocasiones contrastan con la belleza de sus obras. Ella explica que hay mucho de exorcismo en sus creaciones, que su obra está llena «de pequeñas muertes que te dan la vida y te regeneran» y de la «transformación del dolor en algo purificador».