Reformas en las leyes de mecenazgo y patrocinio para facilitar la participación de la sociedad civil y evitar, de esta manera, que España se quede a la cola de Europa en campos como la ciencia o la cultura. Esta es la principal conclusión que se pudo extraer ayer de la jornada «Mecenazgos y patrocinios culturales: aspectos jurídicos clave» que se celebró en el campus de Elche bajo la organización de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de la Universidad Miguel Hernández (UMH). En este encuentro participaron especialistas del Ministerio de Cultura y Deporte, de la Oficina de Mecenazgo de la Generalitat Valenciana, del área jurídica del Museo del Prado o del despacho profesional Cuatrecasas.

El objetivo de esta cita fue el de aportar respuesta a preguntas concretas sobre las actuales leyes de mecenazgo y patrocinio y sus diferencias jurídicas. «No se trata de ofrecer formas de financiación alternativas, si no de conseguir la implicación de la sociedad civil en el fomento de la ciencia y el arte», apunta el decano de la Facultad, Fernando Miró, como balance de la reunión que mantuvieron ayer los expertos en la UMH. «En el actual contexto socioeconómico hay un micromecenazgo que adquiere relevancia y es perfectamente posible. España tiene la necesidad de fomentarlo», añade Miró.

Durante la mañana de ayer se abordaron las figuras del mecenazgo y el patrocinio desde puntos de vista jurídicos, económicos y culturales. Los expertos ofrecieron formas de financiación alternativas que abren el abanico más allá de las grandes empresas. Las diferencias entre el mecenazgo y el patrocinio, las limitaciones de la legislación actual, las novedades de la Ley de Mecenazgo valenciana o los objetivos que plantea la futura Ley de Mecenazgo a nivel estatal también fueron abordados.

Distintos incentivos

Los analistas debatieron ayer en la UMH sobre las consecuencias que tendría para España quedar a la cola de Europa ante las trabas a la inversión. «En los países de nuestro entorno se fomenta más el ámbito civil. Aquí lo tenemos que facilitar a través del desarrollo de unos instrumentos legales que muestren a la sociedad los beneficios de la participación», señala Miró, que considera que este tipo de beneficios para los particulares tienen que ir más allá de los incentivos fiscales y deben estar relacionados también con aspectos como el prestigio, el reconocimiento o la responsabilidad social.

Los micromecenazgos compartidos, a través de técnicas como el crowdfunding, están muy bien valorados por parte de los expertos que ayer debatieron en la UMH. «Uno de los problemas tradicionales es que los patrocinios se han asociado siempre a las grandes empresas y no debe ser así», concluye Miró.