El número de robos en domicilios se disparó el pasado año hasta un 15% con respecto al periodo anterior, según las estadísticas de criminalidad del Ministerio del Interior, que recoge los datos de todas las actuaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. En Elche son tres: Policía Nacional, -de quien depende la Autonómica- Guardia Civil, y Policía Local. Entre todas, registraron hasta 644 robos en domicilios, lo que supone casi dos al día. Un dato que contrasta con las 560 actuaciones de este tipo registradas en 2017. Para ponerles freno, los agentes desplegaron dispositivos especiales ante oleadas de robos. La Policía Nacional reforzó la seguridad en las zonas sensibles -pedanías y zonas más aisladas de la ciudad-, mientras que la Guardia Civil hizo lo propio en las zonas rurales, donde se llegó a multiplicar por siete el número de patrullas cuando se detectó una oleada a finales del pasado año.

Los delitos relacionados con el tráfico de drogas también subieron el año pasado. En concreto, un 30,2%, al registrarse 112 actuaciones frente a las 86 del año pasado, una cada tres días. Esto se debe, señalan desde la Policía Nacional de Elche, al aumento de la presión investigadora y de la vigilancia de puntos calientes que desde hace ya dos años realizan las diferentes fuerzas de seguridad para acabar con esta lacra, lo que ha disparado en los últimos años el número de actuaciones registradas en este sentido.

Los delitos contra la libertad sexual también experimentaron una subida, como viene siendo habitual en los últimos años. Fuentes policiales señalaron que este dato se debe ya no tanto al aumento del número de casos, como de la conciencia social a la hora de denunciar este tipo de situaciones de abusos, tocamientos, y otros ataques relacionados con la indemnidad sexual. Así, se produjeron 72 casos en 2018, nueve más que en el ejercicio anterior. A estas situaciones hay que sumarle tres casos de violación, los mismos que el año anterior. Otro de los indicadores que crecieron ligeramente el pasado año fue el de los delitos relaciones con lesiones y riñas tumultuarias. En este apartado, la estadística elaborada por el Ministerio del Interior recoge 75 casos, frente a los 67 de hace un año. En cuanto al resto de delitos menores, que no son recogidos por tipologías en la estadística, se contabilizaron 5.447 infracciones, un 8,4% más.

En la cara opuesta de la moneda están los robos con violencia e intimidación. Es decir, los asaltos directos contra personas. En este punto se redujeron un tercio el número de delitos cometidos, pasando de 226 casos en 2017 a 150. También cayó el número de hurtos, los robos cometidos «al descuido» de las víctimas, ya sea a pie de calle a particulares como en establecimientos comerciales. Esta bajada, explican fuentes policiales, se debe principalmente a dos motivos. Por un lado, el mayor control en centros comerciales pero también en el pequeño comercio, con la instalación de sistemas de seguridad que ayudan a denunciar este tipo de conductas delictivas. Y, por otro, al refuerzo en el dispositivo policial durante el verano en playas y zonas turísticas, lo que redujo significativamente el número de hurtos. Así, de los 3.372 casos del 2017, se consiguió cerrar 2018 con 2.745, un 18% menos. Una reducción que ha contribuido, y mucho, a que Elche cierre el cómputo global de infracciones penales en negativo, ya que los hurtos son la tipología delictiva más común.

Ciudad segura

El número total de delitos denunciados en la ciudad en 2018 ascendió a 9.537, tras reducirse un 2,7%. Este dato arroja una tasa de criminalidad de 41 casos por cada 1.000 habitantes. Una cifra que vuelve a situar a Elche como una de las grandes ciudades más seguras de la provincia, junto con Orihuela (51 delitos por 1.000 habitantes). A modo de comparativa, el dato es más del doble en Benidorm (89), al igual que en Torrevieja (81).

Delitos de sangre: dos homicidios y una tentativa

El balance de criminalidad del año pasado arrastra una cifra muy poco habitual. Se trata de dos dos homicidios y asesinatos consumados que se produjeron en la ciudad. El primero tuvo lugar a finales de mayo, cuando un hombre mató, presuntamente, a su madre. El segundo conmocionó a toda la sociedad ilicitana. Se trata del caso de Aarón, el niño de dos años que murió tras recibir una paliza y ser estrangulado, presuntamente a manos de su padrastro.