La Fiscalía ha pedido tres años y diez meses de prisión para dos constructores acusados de estafa, al apropiarse presuntamente de más de 210.000 euros de un comprador que adelantó esta cantidad para adquirir dos viviendas de una promoción que nunca llegó a finalizarse y no haberle devuelto el dinero entregado a cuenta. Las casas deberían haberse entregado en 2006, pero fue retrasándose hasta que en el año 2010 la mercantil ilicitana entró en concurso de acreedores.

Según el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, tras el concurso la firma habría tenido la liquidez para devolver estas cantidades al comprador, pero no lo hizo. El juicio se celebró ayer en la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Alicante, con sede en Elche. La firma defendió que había destinado el dinero que pagó el denunciante a la construcción de la promoción de vivienda, y no a ninguna otra cosa, por lo que no había existido tal estafa, en contra del criterio del Ministerio Público.

Crisis económica

La mercantil también argumentó que la crisis económica y la que vivió el ladrillo a finales de la última década fue lo que le dejó sin liquidez para finalizar la obra y poder entregar las viviendas prometidas y que el denunciante había pagado en parte por adelantado.La Fiscalía pidió también al tribunal, además de los tres años y 10 meses para los dos constructores, propietarios de una empresa ilicitana, el pago de más de 300.000 euros al denunciante en concepto de responsabilidad civil. Una cantidad a la que habría que sumarle los intereses generados por todos esos años del presunto impago en concepto de devolución del dinero adelantado.

La denuncia se interpuso en 2010, una vez la empresa entró en concurso de acreedores, por lo que esa demora en el pago comenzaría a contar desde entonces, pese a que el compromiso de los promotores era entregar las casas en 2006. El caso quedó visto para sentencia.