Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer estudiantes, profesores y personal de administración de servicios de la Universidad CEU Cardenal Herrera en Elche se han sumado a su conmemoración con la lectura de un manifiesto en el que llaman a "buscar un horizonte en el que se alcance, de manera efectiva, una fusión de las mujeres y los hombres en una comunidad armoniosa, a través de valores como el respeto y la igualdad, hacia ser simplemente personas".

El texto, elaborado por los estudiantes de los tres campus de la UCH-CEU, y leído en Elche por la delegada de Estudiantes,Mar Segarra, incide en poner de relevancia el papel de diversos sectores de la sociedad "como engranajes fundamentales de esa transformación". Así, se pone de manifiesto el rol de escuelas como un elemento formativo vital, que marca las etapas de desarrollo clave de las personas. "Que, en buena parte, nos ayuda a definirnos en lo que somos mañana. Reforzar la convivencia, la supresión de roles y superación de estereotipos. Tratar de dar a los lápices la batuta de la transformación".

También se hace hincapié en que las mujeres "queremos trabajar por una igualdad real de derechos, oportunidades y capacidades, apoyándonos en el artículo 14 de la Constitución, sí, pero buscando también unos cimientos más allá de los códigos, las cartas magnas y el papel. Que sea la sociedad quien haga -y practique- la ley, no al revés. Que la realidad responda a la Norma y no que la norma sea un deseo falto de visión o de empeño".

Los estudiantes, asimismo, resaltan que en "en días como hoy, las relaciones laborales y afectivas necesitan también una vuelta de tuerca. Que cada vínculo sea de aportar, colaborar e intercambiar experiencias, valores y talento. Que no exista abuso ni desprecio, que no se juzgue por las cualidades Físicas. Que entendamos que escucharnos es también un gesto de afecto. Que el ambiente laboral sea más que respirable, y las relaciones personales no sean tóxicas".

Y por último, la lectura ha concluido con una apelación a reivindicar que "la promoción der la igualdad pasa por trabajar incansablemente unos con otros, pasa por denunciar, pasa por gritar, pero también por dar la mano, por empatizar, por solidarizarse y por compartir tiempos, espacios y sentimientos., codo con codo, contra la pobreza, la marginación y la explotación. Debemos ser consecuentes con las mujeres del tercer mundo".