Vicente Andrés Antón (1961) es, junto a su hermana Isabel Antón, uno de los gerentes de la empresa agrícola Andrés Antón Esclapez, S.L. galardonada con el premio del Agricultor del Año otorgado por Asaja. Sus más de 50 años de tradición le han valido este premio. Actualmente, la mayor parte del negocio reside en la explotación de granada, a la que dedican 43 hectáreas, aunque en los últimos años reconoce que apenas da beneficios, por lo que han diversificado y modernizado el negocio.
P¿Qué supone a nivel personal este premio?
R Es un gran honor y un estímulo para seguir trabajando. Un reconocimiento a nuestra labor.
P La empresa familiar tiene medio siglo de vida, ¿cómo empezó a apostar por la granada y cómo ve el futuro de este cultivo?
R Mi padre comenzó a cultivarla en el 85 y fue creciendo poco a poco. El problema es que actualmente hay una superproducción. No podemos competir con otros países de Europa en precio, porque ellos tienen menos costes, son producciones nuevas y nosotros tenemos que renovarlas pasado un tiempo... Así que tenemos que apostar por la calidad.
P En ese sentido, ¿la denominación de origen ha supuesto un impulso?
R Sin duda esa impulso ha amortiguado la caída de los últimos años. Aun así, en la campaña anterior, la producción fue de un 5% menos y prácticamente no hubo beneficios. Pero bueno, los cítricos están peor. En cuanto a la denominación de origen, los resultados no son inminentes, hay que expandirla, que se conozca y potenciarla en el mercado nacional.
P Entonces, ¿se puede vivir solo de la granada?
R En nuestra empresa tenemos dos divisiones. El 80% se lo lleva la explotación de granada, y el resto el cultivo de alcachofas y la compra de otros productos agrícolas para su posterior venta. Ahora mismo tenemos el problema de la falta de agua, lleva mucho tiempo que no llueve, y esa es una de las razones que afectó a la producción en la campaña anterior, ya que el calibre de la granada fue mucho menor y eso repercute en el precio.
P El problema del agua es ya intrínseco a la agricultura, ¿tiene solución?
R El problema del agua es que los políticos no se han preocupado lo suficiente por el tema. Les ha interesado más dedicar esfuerzo a otras cosas. Hay otras tareas a las que sacarle más rédito. Con los avances que hay hoy en día, trasvases... el algo que debería haber estado solucionado hace mucho tiempo.
P Con este pronóstico, hay recursos para que el Camp d'Elx siga creciendo?
R Sí hay espacio. Hay zonas donde el sistema de regadío se ha modernizado y se ha invertido en renovar y actualizar todo el sistema. Esa es la clave. Nosotros mismos hemos tenido que reinventarnos y renovarnos, pero el potencial del Camp d'Elx es muy grande y la incorporación de nuevos cultivos tiene cabida.
P Cada vez menos jóvenes se dedican a la agricultura. ¿Habrá continuidad de la empresa familiar otros 50 años?
R Esperemos que sí. Por el momento, la siguiente generación está garantizada. Dos de mis cuatro hijos se dedican a esto y trabajando en la empresa.
