El descubrimiento de una zona mortuoria en los alrededores del Mercado Central con 50 esqueletos de época islámica ha trastocado los plazos del final de las excavaciones y, directamente, la resolución del futuro del edificio de abastos. La adjudicataria del proyecto se da ahora tres meses más para enviar el informe final a la Conselleria de Cultura sobre todos los hallazgos, por lo que la incógnita sobre el inmueble ya no se va a resolver en este mandato político y tendrá que esperar, con toda probabilidad, a después de las elecciones.

A petición de los arqueólogos, el Consell ha dado luz verde a ampliar el plazo para que Aparcisa pueda presentar las conclusiones a València, que servirán para determinar si los restos arqueológicos tienen suficiente valor como para ser protegidos y se detiene el proyecto o, si de lo contrario, es posible construir un nuevo Mercado Central con un aparcamiento subterráneo.

No obstante, la adjudicataria garantiza ahora que las catas que tienen levantado el centro histórico podrán acabar en menos de 30 días. Todo ello después de haber tenido permiso para excavar once meses, que ya tiene a sus espaldas una prórroga anterior de dos meses.

La aparición de nuevos cuerpos conforme avanzan las semanas en el entorno de la plaza de la Fruita ha descuadrado a los arqueólogos que en el mes de agosto comenzaron a levantar el asfalto en toda una recta de más de 20 metros para iniciar la última fase de las catas arqueológicas.

Desde hace siete meses, los plazos que ha dado la empresa han venido alargándose a medida que surgían contratiempos. El desvío de las canalizaciones de agua y gas que se extendieron hasta las Navidades. Salvado este escollo, los especialistas se adentraron en el estudio del subsuelo y la empresa Aparcisa se dio un mes para finalizar las catas y a partir de ahí poder pedir la licencia de derribo. Todo ello, pese a que, en noviembre, el alcalde, Carlos González, anunciara su intención de rescindir el contrato, algo de lo que ya no se supo nada más.

Fue en enero cuando comenzaron a aparecer los primeros cuerpos, bajo un mismo patrón: el esqueleto sin ajuar, en su día envuelto en sudario, en decúbito lateral, con orientación Sur o Sureste, depositados en una fosa con adobes con suelo de cal.

En aumento

Y a partir de ahí, cada semana, la cifra de los cuerpos ha ido en aumento. Tanto es así que ha sorprendido incluso a los propios expertos que trabajan en la zona y que vienen de excavar en otras ciudades. La investigación del subsuelo de esa zona de época árabe, donde han aparecido enterramientos de tres tipos diferentes, esqueletos de varios niños, además de una infraestructura hidráulica extensa, es un proceso complejo y lento.

La concesionaria del Mercado se ampara en que si es así de pausado es porque está «haciendo las cosas como marca la ley para que no pueda haber dudas sobre su trabajo».

Sin noticias de la rescisión

Y mientras siguen las excavaciones, lejos queda el anuncio que realizó el primer edil hace cuatro meses sobre la ruptura del contrato, tras haber recibido el segundo informe del Icomos, el órgano asesor de la Unesco, que advirtió del peligro del proyecto tal y como ahora está planteado, para la declaración del Misteri como Patrimonio de la Humanidad.

Hubo un intento, por parte del primer edil, para buscar una salida negociada con la empresa, para evitar acabar en los juzgados, pero no hubo acuerdo alguno. Fue entonces cuando Aparcisa desafío a PSOE y Compromís y aseguró que seguiría adelante con las catas arqueológicas y que en enero de 2019 pediría la licencia de derribo del inmueble.

Sin embargo, el culebrón del Mercado Central sigue sin tener su final, después de cuatro años de excavaciones en distintos puntos del edificio y de amagos por parte del ejecutivo local de paralizar el proyecto.

Todo un mandato en el aire

El contrato del Mercado lo firmó el gobierno del PP en 2015, en el último suspiro de su mandato. Ahora, después de cuatro años del actual gobierno municipal y con las elecciones a la vuelta de la esquina todavía está en el aire qué ocurrirá con el edificio de abastos, ya que las catas no han finalizado.

Custodiados en más de 200 cajas en el MAHE

Mientras siguen las excavaciones arqueológicas en el Mercado, todo lo que sale va a parar al Museo Arqueológico y de Historia de Elche (MAHE). Los almacenes municipales custodian los hallazgos de tres años, desde cerámicas, hasta los restos humanos. Todo está guardado bajo unas férreas medidas de seguridad.Por el momento, todos esos restos arqueológicos permanecerán entre los muros del almacén municipal, hasta que algún día puedan salir a la luz en forma de exposición, salvo los huesos de más que seguirán bajo custodia. La protección de todo ese material sensible, al que desde el Ayuntamiento ya se refieren como el «cofre del tesoro», es imprescindible para conocer el legado de Elche.