Reducir las desigualdades por cuestiones de género en una ardua tarea en la que es necesario implicar a todos los agentes sociales. Por eso, desde UGT y CC OO unieron ayer sus fuerzas para celebrar el Día de la Igualdad Salarial, una jornada reivindicativa que sirvió para exigir una vez más que todas las personas, independientemente de su género, cobren lo mismo por realizar el mismo trabajo.

La ley no permite diferencias de sueldo por ser hombre o mujer, por lo que la causa que origina que finalmente no cobren lo mismo está en complementos y pluses de salario, o también en la antiguedad, ya que la mujer se ha incorporado más tarde al mundo laboral precisamente por esa lucha constante para romper los techos de cristal.

Así lo relató ayer Ismael Senent, representante de UGT, en una comparecencia conjunta con Carmen Palomar (CC OO), en la que pusieron los datos sobre la mesa para sacar a la luz que aún hoy esa brecha salarial continúa existiendo, y en los últimos datos oficiales, que van con dos años de retraso, fue del 22,35%. Más de un punto y medio por debajo del año 2013, uno de los peores en cuanto a destrucción de empleo debido a la crisis, pero aún muy lejos de la igualdad real.

Una de las razones de estas desigualdades también pasa porque las mujeres ocupan en mucha mayor proporción puestos a tiempo parcial o se acogen a reducciones de jornada para poder conciliar la vida familiar y laboral.

Poco cu​alificados

Además, en los trabajos poco cualificados también se da un porcentaje mayor de brecha salarial, trasladaron desde UGT y CC OO, que pusieron como ejemplo el campo, donde las tareas de recolección recaen sobre las mujeres mientras que la del almacenaje a hombres, pagándole una cuantía diferentes a cada uno de estos colectivos.

Por eso, desdes los sindicatos aprovecharon la jornada de ayer para reivindicar una Ley de Igualdad más exigente con la que poder luchar contra esta brecha. También exigieron subir el salario mínimo interprofesional a 1.000 euros, con el fin de que los sueldos más bajos que se le asignan a mujeres en mayor proporción, sean más altos. Desde los sindicatos también pidieron el impulso de la negociación colectivas de los convenios y el impulso de planes de igualdad para empresas de menos de 250 empleados.

Prese​nte y futuro

Ismael Senent, de UGT señaló que el problema de la brecha salarial «es de presente y de futuro», pues los sueldos bajos de hoy originarán que el día de mañana estas mujeres tengan una pensión inferior. En este sentido, la nota positiva está en que entre los jóvenes la brecha es menor, por lo que parece que entre las nuevas generaciones esas desigualdades sí se van reduciendo.