Los investigadores de la Universidad Miguel Hernández (UMH) Paloma Alonso y Ángel Nadal han recibido financiación de la Comisión Europea para desarrollar el primer test de identificación de compuestos disruptores endocrinos, que tengan la capacidad de aumentar el riesgo de desarrollar diabetes y obesidad. Estas sustancias están presentes en alimentos, medicamentos, pesticidas, plásticos y cosméticos e interfieren en el funcionamiento normal de las hormonas. Ambos proyectos se llevarán a cabo en el Instituto de Investigación, Desarrollo e Innovación en Biotecnología Sanitaria de Elche (IDiBE), ubicado en el campus de Elche de la UMH.

El proyecto «Estrategia integradora de sistemas de testado para la identificación de disruptores endocrinos asociados con la aparición de desórdenes metabólicos», dirigido por la investigadora Alonso está dotado con 259.706,25 euros para 4 años. A su vez, el proyecto «Generación de nuevos abordajes integrados e internacionalmente armonizados para el testeo de disruptores endocrinos», liderado por el investigador Nadal será financiado con 672.862,5 euros y tendrá una duración de 5 años. Ambos se enmarcan en el Pilar III: Retos Sociales, Reto I: Salud, cambio demográfico y bienestar del Programa Marco Horizonte 2020.

Los trabajos forman parte de un esfuerzo colectivo en forma de consorcio en el que participan tanto investigadores de distintas universidades europeas como agencias gubernamentales de protección ambiental. Su principal objetivo es el de desarrollar los primeros test estándar para identificar compuestos químicos de uso cotidiano como disruptores endocrinos.

Los disruptores endocrinos son compuestos químicos a los que la población está expuesta diariamente y son capaces de alterar la producción, el metabolismo, la acción o la eliminación de hormonas naturales en el organismo. En concreto, los investigadores de la UMH trabajarán con compuestos ya reconocidos como disruptores endocrinos, enfrentándolos a modelos celulares pancreáticos in vitro. El resultado de estas investigaciones sería el primer test con una posible aplicación global para la identificación de compuestos químicos que alteran el funcionamiento normal de la célula beta pancreática. Esta célula se encarga de fabricar y secretar la insulina, la única hormona capaz de disminuir la glucosa en la sangre. Si la célula beta no funciona correctamente se produce el riesgo de desarrollar diabetes.