El Supremo ha dejado fuera de ley las terrazas de Elche que están ubicadas junto a las fachadas por ser un obstáculo para las personas invidentes. La sentencia llega tras el recurso presentado por la Asociación de Afectados por el Ruido, que se «congratula y satisface» por este hecho y va más allá, ya que exige que esta sentencia se ejecute por parte del Ayuntamiento y «no se quede sin cumplir como otras relacionadas con las zonas ZAS, las fiestas o la accesibilidad», según denunció ayer la portavoz de esta asociación, Manuela Navarro.

Una vez que el viernes se supere el plazo para presentar rectificaciones, la sentencia del Supremo será firme a partir del sábado, por lo que quedarán anulados los artículos 63 y 65 de la ordenanza de actividades económicas, en vigor desde 2013. Muchos enclaves de Elche se verán afectados por esta nueva medida, algunos tan concurridos como las calles Hospital, Obispo Tormo, Maestro Albéniz, San Pedro, Alvado y Eres de Santa Llúcia o las plazas de la Constitución o de las Flores. La sentencia no solo se dirige a las mesas y sillas, también apunta a maceteros, ceniceros y otros enseres de la hostelería, y a los elementos horizontales, como los que se pueden encontrar en las escalinatas de Eres de Santa Llúcia.

Este fallo ha revocado la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana de febrero de 2016, que desestimó en su totalidad el recurso de la Asociación del Ruido contra la ordenanza municipal. «Pedimos al Ayuntamiento que se ponga en la piel del colectivo de las personas invidentes. Su respuesta es que ellos no han dictado la norma, que venía de la legislatura anterior. Pero el que la ha ejecutado ha sido el actual equipo de gobierno, frente a una norma estatal de obligado cumplimiento. Para el Ayuntamiento, a menos sillas y mesas, menos tasas», aseguró la portavoz de la asociación durante la comparecencia en la que valoró la sentencia que se conoció el día 15.

Respuesta municipal

Desde la Concejalía de Aperturas, los servicios jurídicos están analizando desde el primer momento la resolución y esperan tener hoy o, como muy tarde, mañana todos los cabos atados para tomar una decisión al respecto. «Lo que pido es un poco de sensatez y que no cunda el alarmismo. Es una cuestión que debe tratarse con cuidado. Pase lo que pase, habrá unos tiempos para ejecutar esta sentencia», aseguró ayer el responsable de esta área municipal, Carlos Sánchez, ante la «amenaza» de que el mismo sábado se tengan que levantar todas las terrazas que el Supremo considera que están fuera de ley y que vulneran los derechos de las personas invidentes.

El propio Tribunal ha recordado en su sentencia que la orden del Ministerio de Vivienda del 1 de febrero establece como condición general del itinerario peatonal accesible que «discurra siempre de manera colindante o adyacente a la línea de fachada o elemento horizontal que materialice físicamente el límite edificado a nivel del suelo». «Hace cuatro años que nos reunimos con el equipo de gobierno, a principio de la legislatura, y les dijimos que no queríamos que la ciudad se moviera a golpe de sentencias como esta. Ahora tienen que rectificar», añadió Navarro.

Según la portavoz de la Asociación del Ruido, terrazas como las que se encuentran en las calles Hospital u Obispo Tormo ya eran «irregulares» antes de esta resolución y la Policía Local debe retirarlas. «Lo que ocurre en la calle Hospital es para poner el grito en el cielo. Las mesas y sillas obligan a hacer un zigzag que pone en peligro la integridad humana. Esto vulnera los derechos de los residentes, la accesibilidad de los invidentes y la normativa», lamenta Navarro, que no descarta demandar al Ayuntamiento por inactividad si no toma cartas en este espinoso asunto, ante lo que considerarían que se está cometiendo un «incumplimiento fragante» de los derechos que se reflejan en la Constitución.