El estacionamiento regulado en Elche ha perdido casi 500 aparcamientos en una década. La proliferación de terrazas, maceteros, aparcamientos para motos y de contenedores de todo tipo ha mermado considerablemente un servicio, gestionado por la empresa pública Pimesa, que el equipo de gobierno quiere modernizar y adaptar a las necesidades actuales, algo que viene siendo un deseo desde que entraron a gobernar en 2015.

En el año 2006, Elche contaba con cerca de 1.500 aparcamientos en zona azul. Actualmente, esta cifra se ha reducido hasta los 1.030

Asimismo, la primera normativa reguladora de la ORA (Ordenamiento Regulador del Aparcamiento) va camino de cumplir los 22 años, aunque se han aplicado diversas modificaciones desde entonces. No obstante, la realidad del aparcamiento en la ciudad ha cambiado o, al menos se ha transformado en estas dos décadas.

En esto está de acuerdo el equipo de gobierno de la ciudad, que en el pleno ordinario del pasado mes de junio dejó claro que instaría a Pimesa a que realizara un estudio en profundidad para remodelar el servicio, de manera que pueda atender debidamente a la demanda actual.

Finalmente va a ser en este 2019 cuando Pimesa lleve a cabo ese replanteamiento, un estudio en profundidad de la situación de la zona azul que, a juicio del edil de Vía Pública y Tráfico, Héctor Díez, se ha quedado instalado en un modelo anticuado.

En principio, todo apunta a que podrían aumentar, o incluso suprimir, algunos espacios con zona azul y además localizarse en nuevos viales comerciales del casco urbano.

Beneficios, a menos

Según Ilicitanos por Elche, los ingresos de la zona ORA en Elche de 2015, 2016 y 2017 han venido superado los 700.000 euros anuales, con unos beneficios tras descontar los costes del servicio de más de 248.000 euros en 2017, y de más de 215.000 en el ejercicio 2016.

El concejal de Tráfico, Héctor Díez, señala que algunos de los últimos datos indican que el estacionamiento regulado genera una recaudación de 1.225.000 euros, cuando hace una década era de 1,5 millones. Prácticamente, el beneficio del servicio es de algo menos de 250.000 euros, lo que en parte permite contrarrestar servicios deficitarios como BiciElx o el taxi a las pedanías.

Durante 2017 la zona azul fue utilizada por 1.216.130 vehículos, lo que supone un aumento del 3,28% con respecto a 2016. La ocupación por plaza, según Pimesa, se ha incrementado también en un 3,22%.

En cualquier caso, lo que el ejecutivo local asegura es que con una ordenanza tan veterana «viene requiriendo de una pensada y de una modificación, en su conjunto, para adaptarla a la realidad actual del municipio, de las calles donde se está implantando», en palabras del regidor Díez, quien recuerda que la zona azul tiene una incidencia muy clara sobre el comercio «y desde luego lo que persigue es que esa rotación pueda beneficiar a los comerciantes, en la medida en que vecinos de la zona, o propietarios de comercios no utilizan esas plazas de manera permanente a lo largo del día». Además, cree que en algunas calles ya no tiene sentido que exista la zona azul, y en otras nuevas sí.